La Fuerza Aérea de Israel ejecutó un amplio bombardeo sobre Teherán, capital de Irán, en una operación que involucró más de 60 aviones de combate y el lanzamiento de 120 municiones sobre objetivos estratégicos. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), fueron atacadas fábricas de misiles, depósitos militares y el centro nuclear SPND, considerado clave en el desarrollo armamentístico del régimen iraní.
Entre los blancos alcanzados se encontraron instalaciones dedicadas a la producción de motores de cohetes y componentes balísticos, señalados como parte fundamental del Ministerio de Defensa de Irán. Las FDI destacaron que SPND, fundado por Mohsen Fakhrizadeh, es un núcleo de innovación en tecnologías militares avanzadas.
Además, las fuerzas israelíes bombardearon otras zonas del oeste de Irán, donde se intentaba reparar infraestructura misilística previamente dañada. El ataque se enmarca en un contexto de creciente tensión entre ambos países por el programa nuclear iraní y sus capacidades ofensivas.
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