Proponen incentivos fiscales y reducción gradual de la jornada laboral
Ciudad de México, 19 de junio de 2025.- El secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Marath Bolaños López, dio inicio a los foros para la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas, en los que se definirán “de manera colaborativa” un conjunto de premisas que serán la base para elaborar el plan de instrumentación gradual de esta medida histórica.
Sindicatos, representantes patronales y de la Organización Internacional del Trabajo, quienes se dieron cita en el Museo de la Ciudad de México, plantearon una serie de propuestas, entre ellas iniciar la reducción de la jornada con una hora, incentivos fiscales a las empresas, que se prioricen las industrias que demandan esfuerzos físicos y que sean las mismas organizaciones sindicales las que negocien esta disminución.
“Los trabajadores no piden privilegios, piden tiempo para vivir”, afirmó el diputado federal Napoleón Gómez Urrutia, quienes plantearon cuestionó porque se sigue trabajando en condiciones similares a las del año 1917.
Expuso que los mexicanos laboran cinco veces más al año que, por ejemplo, un alemán, y algunos recorren hasta tres horas diarias para llegar a su centro de trabajo.
Ante ello propuso que la reducción total de 40 horas sea en 2027, es decir tres años antes de lo previsto por la STPS. Para eso planteó que en 2026 se dé una disminución inicial de cuatro horas, “con incentivos fiscales para las empresas que adopten la reforma antes”.
El también líder del Sindicato Nacional Minero propuso instalar “de inmediato” una comisión legislativa y técnica que estudie los impactos legales, económicos y operativos.
En el primer foro para la “Implementación de la Semana Laboral de 40 horas», organizada por la STPS, su titular Marath Bolaños destacó que reducir la jornada de trabajo puede generar incrementos en la productividad en las empresas, al tiempo de que contribuye a disminuir la fatiga, los errores, los accidentes, el ausentismo y los conflictos entre la vida personal y laboral.
Expuso que existe evidencia de que las jornadas superiores a 40 horas semanales están asociadas a una mayor incidencia en depresión, en ansiedad, en trastornos del sueño y en enfermedades cardiovasculares.
En su oportunidad, Pedro Américo Furtado de Oliveira, director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México, propuso que la reducción pueda iniciarse de forma gradual, ya sea por sectores o por tipo de actividad considerando en primer lugar aquellas ocupaciones con alta exigencia física o riesgos a la salud.
Indicó que esta gradualidad puede llevarse a cabo mediante legislación, convenios colectivos o esquemas voluntarios, según lo permita el marco legal y la capacidad de diálogo entre los actores sociales.
Expuso que en comparación internacional, según la OCDE, los mexicanos destinan 26.6 por ciento más de tiempo al trabajo que el promedio de los países miembros.
“Esta situación ha sido denominada ‘pobreza de tiempo’, en referencia a la falta de horas disponibles para actividades de ocio, descanso y cuidado personal, un elemento relevante para la calidad de vida y la salud mental”, mencionó.
En algunos estados, como Nuevo León, la proporción de personas ocupadas que laboran más de 48 horas a la semana aumentó de 24.8 a 26.3 por ciento durante el primer trimestre de 2023, en comparación con el mismo periodo de 2022, lo que representa un incremento del 9.2 por ciento, según datos del INEGI.
Por su parte, Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), consideró que la vía más responsable y efectiva para dar cauce a los propósitos de la reforma es iniciar con una reducción de una hora, acompañada de medidas complementarias, que puede beneficiar al 77 por ciento de los trabajadores, con un impacto manejable.
Destacó que esto evitaría impactos negativos a la economía “que pudiera caer en -6.7 por ciento o un efecto inflacionario de más de 3.3 por ciento por incremento de los costos de producción y desabasto provocado por una eventual falta de personal para producir y distribuir”.
Se pronunció porque la aplicación de la reforma sea diferenciada por sector, función, tamaño de empresa y sus distintos retos, tales como el transporte y la producción.
Expuso que para que el proceso de reducción no tenga efectos negativos en la economía es necesario incorporar esquemas como la jornada diaria, semanal o quincenal.
Por parte de la Confederación de Trabajadores de México, dijo que sería una buena noticia para los trabajadores que esta reducción gradual tuviera un plazo de dos años, y que esta reforma se eleve a nivel constitucional a fin de establecer una jornada de dos días de descanso por cada cinco laborables.
Además, que haya una prima sabatina y 40 horas trabajadas por 56 pagadas.
Los trabajadores no deben perder ingresos por ejercer este derecho, además “la contratación colectiva será el instrumento y la herramienta válida para que cada sindicato, por rama de industria, negocie la aplicación de la reforma”.
La STPS indicó que este es el primero de seis foros que se realizarán hasta el 7 de julio. El segundo de ellos se llevará a cabo en Monterrey.
Con información de: La Jornada