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El combate contra el gusano barrenador: Estados Unidos reabrirá la planta de moscas estériles en Chiapas

Ciudad de México, 19 de junio de 2025.- El secretario de Agricultura de México, Julio Berdegué, ha confirmado este miércoles que su homóloga estadounidense, la titular del Departamento de Agricultura (USDA por sus siglas en inglés) Brooke Rollins, ha dispuesto de una inversión de 21 millones de dólares para renovar la planta de fabricación de moscas estériles en Metapa de Domínguez, Chiapas. El objetivo es generar unos 100 millones de moscas estériles cada semana, adicionales a las que se producen en la planta de la COPEG, en Panamá, y que, hasta ahora, ha trabajado a su máxima capacidad para enviar el insecto al territorio mexicano. Otra planta de Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez, fue la responsable de la primera erradicación del gusano barrenador del ganado (GBG) y de la declaratoria de México como un territorio libre de la plaga, en 1991. Sus instalaciones fueron cerradas en 2003.

A través de su cuenta de X, Berdegué informó el anuncio que hizo previamente Rollins, sobre un plan para reforzar el combate bilateral al gusano barrenador, un proyecto que él mismo calificó como “positivo”. Y que, citando a la secretaria de Agricultura, era parte de una nueva etapa en la asociación de ambos países “tal vez mejor que nunca antes”. De acuerdo con la publicación de Berdegué, las exportaciones de ganado hacia Estados Unidos podrían reanudarse esta semana. “Vamos a reforzar la producción internacional de moscas estériles con una inversión de 21 millones de dólares en la renovación de una instalación en el Sur de México, que proveerá hasta 100 millones de moscas estériles adicionales cada semana…”, citó.

En agosto de 1972, con la creación de la Comisión México-Americana para la Erradicación del Gusano Barrenador del Ganado (Comexa), Estados Unidos y México colaboraron para lograr juntos la primera erradicación de la plaga del GBG, hasta que, en 2023, Panamá declaró un estado de emergencia ante la reinfestación en su territorio.

Además de la emergencia sanitaria y económica que representa la enfermedad provocada por las larvas que ponen las moscas cochliomya hominivorax, el tema se ha puesto en la mesa después de que el Gobierno de Estados Unidos decidiera frenar, hace ya un mes, las importaciones de carne mexicana en su frontera sur.

Ya desde 2024, el secretario Berdegué, aseguró que había solicitado que el Gobierno estadunidense reabriera la planta en Chiapas, debido a que eran ellos quienes tenían todo el poder para reactivar el trabajo de esas instalaciones. “Hemos pedido durante meses, sin respuesta, que se abra la planta de producción de moscas estériles en México, en el estado de Chiapas. Seguimos esperando respuesta de las autoridades porque eso es esencial para combatir la plaga”, dijo el pasado mes de mayo.

La planta histórica conocida como Moscamed fue inaugurada en 1979 y produjo por 40 años moscas del Mediterráneo estériles para combatir a la plaga de moscas de la fruta y hortalizas, una de las más devastadoras que vio el territorio mexicano. Esa planta, que ya cuenta con un irradiador recargable, permite que sea fácilmente reconvertida en una para la cría y esterilización de la mosca del GBG.

Nueva planta también en Texas
Este miércoles, la secretaria Rollins presentó, además, una iniciativa que incluye la inversión de 8,5 millones de dólares para la construcción de otra planta de moscas estériles en el sur de Texas.

Reunida con ganaderos estadounidenses de la región y en compañía del comisionado de Agricultura de ese Estado, Sid Miller, acordaron una lista de acciones, además de la inversión en las nuevas instalaciones, para evitar que la plaga del GBG entre por su frontera. “Me complace que contaremos con un centro de dispersión en Texas capaz de tomar las medidas necesarias. Ya hemos enfrentado esta lucha antes y volveremos a vencerla”, dijo Miller.

Con información de: El País

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