Ventana de oportunidad en la relación China-América Latina
- José Briceño Ruiz y Claudia Edith Serrano Solares destacaron el interés de la nación asiática en la región.
- Roberto Goulart Meneses mencionó la importancia de que Brasil participe en Foros en los que se favorezcan los multilateralismos.
China se posiciona como socio confiable con el cual América Latina puede contar, toda vez que tiene prácticas y una agenda que difieren de la de Estados Unidos, estimó José Briceño Ruiz, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM.
Añadió que ese país asiático propone una cooperación birregional sustentada en los principios de igualdad soberana, pluralidad, apertura y beneficio mutuo, esfuerzos conjuntos y la cooperación sur-sur; apoyo a la solución pacífica de las diferencias, disputas y conflictos; además de respeto a la no injerencia en asuntos internacionales.
De acuerdo con el experto, establece acciones concretas, por ejemplo: líneas de crédito por nueve mil 200 millones de dólares a los miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y nuevas inversiones en infraestructura en la región; cooperación en áreas emergentes como energía limpia, telecomunicaciones e inteligencia artificial; promesas de más comercio tecnológico; exención de visado para Brasil, Chile, Argentina, Perú y Uruguay.
También el otorgamiento de tres mil 500 becas gubernamentales, 10 mil lugares de capacitación en China, 500 becas para maestros chinos internacionales para que vengan a América Latina, 300 lugares de capacitación para talentos técnicos para el alivio a la pobreza.
A decir del especialista, el IV Foro China-CELAC puede darles a los países de América Latina algunos instrumentos económicos, políticos y diplomáticos que les permitan “manejar” la política cambiante de la administración de Donald Trump en Estados Unidos (EUA), la cual ha tenido efectos negativos para la región.
Ese encuentro, manifestó, es una fortaleza para coordinarse con el poder global emergente y tomar posiciones que les permitan construir un orden internacional diferente al que planea el mandatario norteamericano.
Durante la mesa de análisis “La CELAC y China frente a la reconfiguración del orden global” –moderada por el investigador del CIALC, José Antonio Hernández Macías–, el doctor en Ciencia Política expuso:
En la era Trump 2.0 Latinoamérica es vista como dependiente, subordinada, que no tiene capacidades económicas ni militares para enfrentar las presiones de EUA.
Por ello, el presidente estadounidense ha lanzado amenazas de intervención militar como en Panamá, viola tratados comerciales con diversas naciones y ejerce xenofobia contra los migrantes latinos.
¿Cuál es el camino?
En tanto, la académica de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, Claudia Edith Serrano Solares, recordó que el Foro se creó en 2015 como mecanismo de diálogo y cooperación para no depender solo de Estados Unidos.
La pasada reunión fue la expresión del creciente interés de China sobre América Latina como zona estratégica, que cuenta con recursos de relevancia para mantener su expansión industrial, como son los hidrocarburos y el litio, subrayó.
La doctora en Estudios Latinoamericanos indicó que entre los desafíos que enfrenta la región están que no todas las naciones mantienen una misma postura ante EUA y China. Por ejemplo, el presidente Daniel Novoa, de Ecuador, busca recuperar una relación especial con el primero; y Perú tampoco tiene una gran participación en trabajos que propone la CELAC.
Tenemos una vecindad geográfica inmediata con Estados Unidos y no vamos a dejar de negociar con ellos. ¿Cómo lograr balancear el vínculo con este frente al que queremos tener con el gigante asiático y, sobre todo, qué limitantes y candados le vamos a poner? “Cambiar de amo no significa ser libre”, decía José Martí, rememoró la académica.
También sugirió analizar hasta qué punto se puede tener una dependencia con la nación oriental a la cual se le permite participar en sectores estratégicos de las economías de América Latina, donde hay asimetrías en el desarrollo y crecimiento, y naciones que están más condicionadas en el comercio internacional por su alto nivel de conexión alimentaria y en energéticos.
A su vez, Roberto Goulart Meneses, experto de la Universidad Nacional de Brasilia, explicó que este país salió de la CELAC durante la administración de Jair Bolsonaro y regresó al inicio del mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, como parte de su política exterior y de integración.
Sin embargo, la relación con Estados Unidos es sensible, ya que les ha impuesto aranceles de 50 por ciento al hierro y aluminio, apuntó.
Detalló que China ha realizado inversiones en Brasil a partir de 2009, las cuales suman 66 billones de dólares. Es decir, no necesita a la CELAC porque hay lazo directo, pero es importante que participe en foros en los cuales se apoyen los multilateralismos.