En un nuevo episodio de tensión política, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentó ante el INE una impugnación contra la reciente elección judicial, exigiendo su nulidad. Alejandro Moreno, dirigente nacional del PRI, acusó lo que calificó como “graves irregularidades dolosas”, incluyendo el uso de recursos públicos, relleno de urnas, propaganda encubierta y el uso masivo de acordeones para inducir el voto.
Según Moreno, esta elección no sólo violó principios constitucionales, sino que constituye un intento del gobierno federal, encabezado por Morena, de tomar el control del Poder Judicial. Asegura que lejos de fortalecer el Estado de derecho, este proceso refleja una imposición desde el poder.
Acompañado de líderes del partido, el dirigente tricolor advirtió que el PRI llegará hasta las últimas instancias internacionales, incluyendo la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para defender la democracia mexicana. Señaló que la elección judicial vulneró la libertad del voto, quebrantó la equidad en la contienda y fue orquestada con fines autoritarios.
Así, el PRI lanza una batalla legal y mediática que promete escalar, en un contexto político marcado por la disputa por el equilibrio de poderes y la legitimidad democrática en el país.
