Cuentas olvidadas: una puerta abierta al ciberdelito
En la era digital, todos tenemos cuentas en línea: correos electrónicos, redes sociales, suscripciones, plataformas de compras o de trabajo. Sin embargo, lo que muchos usuarios no consideran es el riesgo que implica dejar cuentas olvidadas sin supervisión o sin eliminar correctamente.
Dejar activa una cuenta que ya no se utiliza es como dejar la puerta de casa entreabierta: tarde o temprano, alguien puede entrar. Los ciberdelincuentes aprovechan estas cuentas inactivas, que suelen tener contraseñas antiguas, débil seguridad o falta de verificación en dos pasos, para obtener datos personales, realizar fraudes o suplantar identidades.
Especialistas en ciberseguridad advierten que muchos ataques comienzan precisamente por ahí: por una cuenta vieja de correo, una red social abandonada o un perfil en una página de compras que aún guarda información bancaria.
¿Qué se recomienda? Hacer un “limpieza digital” cada cierto tiempo. Revisar las plataformas en las que se ha creado una cuenta, eliminar o cerrar aquellas que ya no se usan, y actualizar las contraseñas de las que sí seguimos utilizando.
Además, se recomienda activar siempre la autenticación de dos pasos y evitar reutilizar la misma contraseña en varios servicios.
En un mundo donde la información es poder, no cuidar nuestras cuentas olvidadas es una invitación directa al robo de identidad, fraudes bancarios y pérdida de privacidad. Por eso, más allá de los antivirus, la primera línea de defensa sigue siendo el comportamiento responsable del usuario.
Recordemos: en internet, lo que se olvida no desaparece… pero sí puede ser aprovechado por otros con fines maliciosos.