Colaboraciones

Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | «Largo pétalo de mar»: una historia de exilio, amor y resistencia.

En Largo pétalo de mar, Isabel Allende nos conduce por un viaje emocional y político que cruza algunas de las décadas más convulsas del siglo XX.

La autora chilena entrelaza la historia individual con los grandes acontecimientos que marcaron el destino de miles de personas, entregándonos una novela profundamente humana y comprometida con la memoria histórica.

Todo inicia en la Barcelona de 1938, durante los trágicos años de la Guerra Civil Española. Allí Víctor Dalmau, un joven estudiante de medicina que, al ver frustrado su deseo de convertirse en médico en tiempos de paz, se convierte en médico de guerra al servicio de la República.

Tras la caída del frente republicano, Víctor huye a Francia junto a su cuñada, Roser Bruguera, una talentosa pianista embarazada y viuda de su hermano. Para sobrevivir y conseguir embarcarse rumbo a América, los dos deben fingir un matrimonio que con el tiempo se convertirá en un vínculo real, forjado por el respeto mutuo y las experiencias compartidas.

El punto de inflexión en la historia ocurre cuando logran subir al Winnipeg, el barco que el poeta Pablo Neruda organizó en 1939 para llevar a más de 2.000 exiliados españoles a Chile. Ese viaje, basado en hechos reales, representa una de las acciones humanitarias más destacadas del siglo XX, y Allende lo narra con detalle y emoción, destacando el papel de la poesía y la solidaridad en medio del desastre.

Ya en Chile, Víctor y Roser deben construir una nueva vida en un país que inicialmente les acoge con esperanza, pero que también conocerá sus propias tragedias, como el golpe militar de 1973 y la dictadura de Pinochet.

A lo largo de los años, los protagonistas enfrentan el desarraigo, la injusticia y la pérdida, pero también encuentran nuevas formas de pertenencia, amor y resistencia.

Largo pétalo de mar es mucho más que una novela histórica. Es un canto a la resiliencia, un homenaje a quienes lo perdieron todo pero siguieron adelante, y una reflexión sobre lo que significa pertenecer, amar y luchar por una vida digna. Isabel Allende, vuelve a recordarnos que la historia la hacen las personas, y que, aún en medio del horror, siempre hay lugar para la esperanza… y para la poesía de Pablo Neruda.

El título de la novela proviene de un verso de Neruda, quien llamó a Chile “un largo pétalo de mar, y vino, y nieve”, una imagen que encierra la geografía y así se convierte en una prolongación del compromiso humanista del poeta.

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