- Amas de casa aseguran que el dinero ya no alcanza y reducen porciones en la mesa.
Las familias mexicanas enfrentan un duro golpe a su economía ante el incremento de los precios de la carne, derivado de factores como la sequía, la baja producción ganadera y problemas sanitarios. En mayo, el precio promedio del kilo de carne de res se ubicó en 203.5 pesos, un alza anual de 17.1 por ciento; el cerdo alcanzó los 101.9 pesos por kilo (10.8% más), mientras que el pollo se vendió en 90.7 pesos por kilo, lo que representa un aumento de 8.2 por ciento, según datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Expertos advierten que la tendencia al alza continuará en los próximos meses, debido a la escasa disponibilidad de ganado y al impacto del gusano barrenador, plaga que ha reducido el flujo de animales desde Centroamérica. Esto ha provocado que las unidades de engorda operen apenas al 72% de su capacidad, encareciendo el ganado en 25% y el precio en canal hasta en 32%.
Amas de casa aseguran que el gasto ya no alcanza, por lo que han optado por reducir las porciones de carne en sus hogares. El encarecimiento de los cárnicos refleja una presión adicional sobre el consumo familiar.
