Precandidato Miguel Uribe lucha por su vida mientras explosiones sacuden el suroeste de Colombia
10 de junio del 2025.- El senador colombiano Miguel Uribe, aspirante a la candidatura de su partido para las elecciones presidenciales del 2026, permanece estable dentro de su condición crítica después del atentado a bala del que fue víctima, mientras una escalada de ataques con explosivos sacudió el martes el suroeste del país.
El político, de 39 años y miembro del partido opositor de derecha Centro Democrático, fue atacado el fin de semana por un joven de 15 años que le disparó con una pistola mientras participaba en una reunión en un barrio del occidente de Bogotá.
«El paciente Miguel Uribe Turbay continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos, con todo el monitoreo y los cuidados que requiere, permaneciendo en estado crítico», dijo el martes un comunicado de la clínica Fundación Santa Fe, en donde el político fue sometido a una intervención neuroquirúrgica.
«En esa franja de complejidad se encuentra estable y las intervenciones realizadas en estas horas recientes mantienen su condición», precisó. El senador recibió dos impactos de bala en la cabeza y otro en la pierna izquierda, según la Fiscalía General que investiga el atentado.
Pese a la condición crítica reportada por la clínica, la esposa de Uribe, María Claudia Tarazona, dijo que el político continúa dando la batalla por su vida.
«Miguel es un guerrero. Sigue luchando por su vida. Sigue dando esta batalla. Está anclado a la tierra. El amor de su hijo, el amor de nuestras hijas, el amor de nuestra familia lo mantiene unido a este plano terrenal», declaró Tarazona a periodistas en la clínica en donde se levantaron altares improvisados con imágenes religiosas y de Uribe como parte de una cadena de oración por su salud.
El ataque, grabado en decenas de videos difundidos por las redes sociales, conmocionó a Colombia, provocó rechazo a nivel nacional e internacional y recordó la época de violencia que sufrió el país hace más de tres décadas cuando cuatro candidatos presidenciales fueron asesinados en ataques separados atribuidos a narcotraficantes aliados con escuadrones paramilitares.
Escalada de ataques
Las campañas para las elecciones presidenciales del 2026 apenas comienzan y Uribe, quien proviene de una prominente familia política, promueve la libre empresa y la recuperación de la seguridad enfrentando con mano dura el narcotráfico y los grupos armados ilegales que, asegura, aumentaron su control territorial en el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
En medio de la expectativa por la salud de Uribe, las autoridades militares y de policía reportaron que al menos siete personas murieron y más de 50 resultaron heridas en 19 ataques con explosivos en los departamentos del Valle del Cauca y Cauca, en el suroeste de Colombia.
Los atentados fueron atribuidos por la policía y el ejército al Estado Mayor Central, una disidencia de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogió a un acuerdo de paz en el 2016.
Los ataques con carros bomba, motocicletas cargadas con explosivos y drones se extendieron a Cali, la tercera ciudad más poblada de Colombia y la capital del Valle del Cauca, en donde se registraron tres explosiones que dejaron dos personas muertas y 42 heridas, anunció el alcalde, Alejandro Eder.
Aunque no son claras aún las motivaciones del ataque contra Uribe ni se han identificado a los responsables, la fiscal general, Luz Adriana Camargo, dijo el lunes que se analizan diferentes teorías, que incluyen la intención de desestabilizar al Gobierno.
Petro aseguró en su cuenta de X que su Gobierno y la oposición tienen indicios muy fuertes de que el autor del atentado contra Uribe «sería la mafia con asiento internacional», pero no presentó pruebas ni precisó detalles.
El joven que le disparó a Uribe resultó herido en una pierna en la reacción de los escoltas antes de ser capturado y fue acusado de tentativa de homicidio y porte ilegal de armas por lo que deberá permanecer hasta ocho años en un centro de rehabilitación, pero no en una cárcel, aseguró Camargo.
El senador hace parte de una familia de políticos. Su abuelo materno, Julio César Turbay, fue presidente de Colombia entre 1978 y 1982. Su madre, la periodista Diana Turbay, murió en 1991 en una fallida operación de rescate de la policía mientras permanecía secuestrada por el Cartel de Medellín que dirigía el narcotraficante Pablo Escobar.
Con información de: Reuters