Colaboraciones

Charlas de taberna | Vida de una migrante en tiempos de redadas | Marcos H. Valerio

Cada mañana, cuando el sol apenas despunta en su pequeña comunidad en California, Carolina, de 41 años, abre los ojos con un nudo en el estómago. Lo primero que hace es asomarse por la ventana de su modesta casa, escudriñando la calle en busca de algo sospechoso: una patrulla, un movimiento extraño, cualquier señal de las redadas que han sembrado temor entre los migrantes indocumentados como ella.

“Vivimos con miedo. No sé si hoy será el día en que todo cambie”, confiesa esta madre de tres hijos, cuya voz tiembla al hablar de un futuro incierto.

Carolina llegó a Estados Unidos a los 16 años, dejando atrás su pueblo en México con la esperanza de una vida mejor. Hoy, con más de la mitad de su vida en este país, ha construido una familia, un hogar y una rutina que, aunque sencilla, le brinda orgullo.

Pero las políticas migratorias de deportaciones masivas impulsadas por la actual administración estadounidense han transformado su día a día en una constante alerta. “Nunca había visto algo así. Es como si quisieran borrarnos, pero nosotros también somos parte de este país”, dice, mientras sostiene una taza de café que ya se ha enfriado.

EL PESO DE LA INCERTIDUMBRE

Carolina no está sola en su angustia. La sombra de las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que entre febrero y junio de 2025 ha detenido a más de 50,000 personas y deportado a un número similar, ha generado un clima de ansiedad entre los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, la mayoría mexicanos.

“Salgo solo para trabajar, llevar a mis hijos a la escuela o comprar comida. Pero cada vez que cruzo la calle, siento que alguien me observa. Las personas blancas, como les digo, me hacen sentir juzgada”, admite Carolina, quien recientemente comenzó a tomar ansiolíticos y antidepresivos para lidiar con el estrés.

María Elena Medina-Mora Icaza, coordinadora del apartado de Salud Mental de la plataforma UNAM, Acción Migrante, explica que la incertidumbre constante puede desencadenar problemas graves como ansiedad, depresión o estrés postraumático.

“Es crucial atender estos síntomas a tiempo, porque si no se tratan, los estados emocionales adversos pueden agravarse”, señala. La plataforma, desarrollada por la UNAM en colaboración con entidades como la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Psiquiatría, ofrece apoyo psicológico y legal a migrantes indocumentados, deportados o en tránsito, así como a los primeros respondientes, como trabajadores sociales o personal consular, que enfrentan una carga emocional abrumadora en estos tiempos.

HERRAMIENTA PARA SANAR A DISTANCIA

Carolina encontró en UNAM, Acción Migrante un refugio para su salud mental. La plataforma, accesible desde un celular, tableta o computadora, permite a los usuarios responder un cuestionario anónimo para evaluar su estado emocional. Si se detecta un problema, se ofrece atención psicológica remota, confidencial y segura.

“No quería salir de casa para buscar ayuda, porque tengo miedo de las redadas. Pero con esta herramienta, puedo hablar con alguien desde mi cuarto, sin que nadie sepa quién soy”, cuenta Carolina, quien ha comenzado sesiones virtuales que le han ayudado a sobrellevar la ansiedad.

Desde su lanzamiento el 17 de febrero de 2025 hasta el 4 de junio, la plataforma ha registrado a 439 personas, de las cuales 336 han completado el tamizaje inicial, lo que representa un 76.54% de usuarios que han iniciado el proceso de atención.

Esto se traduce en 683 sesiones de apoyo psicológico, equivalentes a 40 mil 980 minutos, y 81 sesiones de seguimiento, con 4,860 minutos dedicados a monitorear el bienestar de los usuarios. “Es una forma de estar cerca de quienes más lo necesitan, sin importar dónde estén”, destaca Medina-Mora, integrante de El Colegio Nacional.

ECO DE RESISTENCIA Y DOLOR

Las redadas no solo han traído miedo, sino también indignación. En ciudades como Los Ángeles y Seattle, las protestas de migrantes han ganado fuerza, reflejando el descontento ante políticas que, según un migrante congoleño entrevistado por un medio local, “te arrancan todo lo que construiste y te devuelven con las manos vacías”. Carolina comparte ese sentimiento: “Es injusto. Llevo 25 años aquí, mis hijos nacieron aquí, pago impuestos, trabajo duro. Pero ahora siento que no valgo nada para este país”.

A pesar del dolor, Carolina se aferra a su fe, su familia y el apoyo psicológico que recibe.

“Le digo a mis hijos que debemos tener confianza, que estaremos bien, aunque no sepa dónde estaremos en un mes o un año”, confiesa con una mezcla de resignación y esperanza.

En su comunidad, las historias de resistencia se entrelazan: vecinos que se organizan para alertarse sobre redadas, familias que acuden a iglesias en busca de consuelo, y otros que, como ella, buscan ayuda profesional para no derrumbarse.

ESFUERZO COLECTIVO PARA UN PROBLEMA GLOBAL

La plataforma UNAM, Acción Migrante, inspirada en un sistema desarrollado durante la pandemia de COVID-19 por la profesora Silvia Morales Chainé de la Facultad de Psicología de la UNAM, es un ejemplo de innovación al servicio de los más vulnerables.

Durante el confinamiento, cerca de 200 mil personas accedieron a un sistema similar para recibir apoyo psicológico remoto, una experiencia que ahora se adapta a las necesidades de los migrantes. “La idea es que la ayuda esté al alcance de un celular, porque eso abre horizontes para quienes no pueden salir de casa por miedo”, explica Medina-Mora.

El proyecto es fruto de la colaboración entre diversas instituciones, incluyendo la Secretaría de Relaciones Exteriores, el Instituto de Mexicanos en el Exterior y la Comisión de Salud Fronteriza México-EU.

Aunque actualmente los recursos están en español, se planea incluir francés, portugués y lenguas originarias para atender a un espectro más amplio de migrantes. “Sabemos que las crisis económicas, de violencia y ambientales seguirán impulsando la migración. Esta herramienta está diseñada para quedarse y crecer”, afirma Medina-Mora.

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