Ciudad de México, 09 de junio del 2025.- Entre las infusiones más poderosas que puedes tener en casa, pocas son tan completas como el té de jengibre con limón. Su sabor picante, fresco y ligeramente cítrico no solo lo hace delicioso, también lo convierte en un aliado natural para quienes buscan activar el metabolismo, mejorar la digestión y combatir la inflamación. Y si además lo sirves con hielos, se vuelve perfecto para refrescarte y aliviarte después de una comida pesada.
Aunque tradicionalmente se toma caliente, su versión fría permite disfrutar los beneficios del jengibre sin sofocar el cuerpo, especialmente para quienes no toleran bien las bebidas calientes. Es una receta milenaria que puedes tener lista en minutos y adaptar fácilmente a tu gusto.
¿Para qué sirve?
Activa el metabolismo: el jengibre tiene compuestos termogénicos (como el gingerol) que ayudan a estimular el gasto calórico.
Alivia el estómago: es ideal para reducir náuseas, hinchazón y digestiones lentas.
Refuerza el sistema inmune: al combinarse con limón, se eleva su contenido de vitamina C y antioxidantes.
Hidrata con sabor: una alternativa saludable a los refrescos o jugos industrializados.
Ingredientes (para 2 vasos grandes):
- 1 trozo de jengibre fresco (de unos 5 cm), pelado y rebanado
- 2 tazas de agua
- Jugo de 1 limón
- 1 cucharada de miel (opcional)
- Hielos al gusto
- Rodajas de limón para servir
Paso a paso:
- Hierve el jengibre en las 2 tazas de agua durante 10 minutos a fuego medio. Cuanto más tiempo lo dejes, más intenso será su sabor.
- Cuela y deja enfriar. Puedes acelerar el proceso metiéndolo al refrigerador o dejando el líquido en una jarra con hielos.
- Agrega el jugo de limón ya frío, y endulza con miel si lo deseas. Mezcla bien.
- Sirve con hielos y rodajas de limón. También puedes añadir menta fresca o pepino para un toque aún más refrescante.
Con información de: https://www.eleconomista.com.mx/
