París, 05 de junio de 2025.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó este jueves a su par francés, Emmanuel Macron, a “abrir su corazón” y concluir el acuerdo comercial negociado entre la Unión Europea y el Mercosur, al que se opone Francia.
Ambos mandatarios mostraron sintonía durante esta primera visita de Estado a Francia de un presidente brasileño desde 2012, pese a sus diferencias sobre este acuerdo comercial o la guerra en Ucrania.
“Mi estimado Macron, abra un poco su corazón a la posibilidad de concluir este acuerdo con nuestro estimado Mercosur”, le llamó un ofensivo Lula durante una rueda de prensa conjunta con su par francés en París.
La Comisión Europea, que negocia en nombre de la Unión Europea (UE), alcanzó un acuerdo comercial en diciembre con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y todavía debe definir qué mecanismo adoptará para su ratificación del lado europeo.
De ratificarse, la UE, primer socio comercial del Mercosur, podría exportar más fácilmente autos, maquinaria y productos farmacéuticos, mientras que el bloque sudamericano podría exportar a Europa más carne, azúcar, soya, miel, entre otros productos agropecuarios.
“Seis meses”
Francia lidera el grupo de países europeos reticentes a firmarlo, pero la presión crece en la UE para aprobarlo, como una medida para aliviar el impacto de los aranceles de Donald Trump.
Este pacto es la “mejor respuesta” al “incierto contexto creado por el retorno del unilateralismo y del proteccionismo arancelario”, advirtió Lula, quien se dijo determinado a concluirlo durante su inminente presidencia pro témpore del Mercosur.
Bajo presión de sus agricultores que le piden su rechazo “firme”, Macron también lo consideró “bueno para muchos sectores” en el contexto actual, pero “un riesgo para la agricultura de los países europeos”.
Por ello, abogó por incluir “cláusulas de salvaguardia y cláusulas espejo” en el mismo para proteger su sector agropecuario de la competencia de los agricultores sudamericanos, que cuentan con normas de producción consideradas más competitivas.
“Tenemos seis meses para hacerlo, ya que está esta presidencia (brasileña del Mercosur) y este entusiasmo”, agregó el mandatario francés.
Francia reiteró no obstante horas después su “gran preocupación” respecto a un acuerdo “desequilibrado en detrimento de los intereses agrícolas europeos”, en un comunicado conjunto con Hungría y Austria.
La visita se inscribe en el acercamiento confirmado en marzo de 2024 con el viaje de Macron a Brasil, tras un periodo de enfriamiento durante el mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2023).
También llega cuando el regreso de Trump sacudió el tablero mundial y la relación con sus tradicionales aliados de Europa en plena guerra de Ucrania.
En este contexto, Francia busca cooperar más con Brasil, “un gran Estado emergente” y “una voz de peso en América Latina y el resto del mundo”, para resolver las crisis internacionales, pero no siempre están en la misma línea.
Cena de gala
La primera jornada, de las cinco de su visita, concluyó con un banquete organizado por el presidente francés y su esposa Brigitte Macron en el Palacio del Elíseo en honor de Lula, acompañado de su mujer Rosângela Lula da Silva.
Entre los asistentes a la cena de gala figuraban dirigentes de empresas como Carrefour, Total Energies o LVMH, deportistas como el judoca francés Teddy Riner o la presentadora brasileña famosa en Francia Cristina Córdula, entre otros.
“Brasil y Francia están unidos en la defensa de la democracia, (…) amenazada por la ultraderecha”, destacó Lula durante el brindis, mientras que Macron deseó que ambos países continúen “soñando, construyendo e inventando una humanidad diferente”.
Este jueves, Lula también recibió un homenaje en la Academia Francesa, una de las instituciones culturales más antiguas de Francia, y habló ante la comunidad brasileña junto a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
La visita incluye su participación en la cumbre de Naciones Unidas sobre los océanos, que arrancará el lunes en Niza, meses antes de la próxima cumbre de la ONU prevista en Brasil (COP30).
Con información de: La Jornada
