Piperos y distribuidores de gas LP anunciaron un posible paro nacional del 3 al 6 de junio, lo que podría afectar a más de 100 millones de personas en al menos 18 estados del país, incluyendo Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Puebla.
El gremio reclama a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) un ajuste al precio máximo del gas LP, actualmente fijado en 10.61 pesos por litro, cifra que, aseguran, no cubre costos operativos, salarios ni mantenimiento. Exigen que el precio se eleve a 12 pesos por litro para garantizar la viabilidad del servicio.
De concretarse el paro, se suspendería el llenado de pipas y la distribución de cilindros, afectando actividades esenciales como la preparación de alimentos, el aseo diario y procesos industriales.
Además del ajuste tarifario, los gaseros demandan acciones contra el “huachigas” y la distribución clandestina, señalando que enfrentan una competencia desleal por parte de grupos ligados a la delincuencia organizada, que operan sin normativas de seguridad ni control fiscal.
Por su parte, el Gobierno federal confía en que se alcanzarán acuerdos y sostiene que “no existen motivos suficientes” para un paro de esta magnitud.
