La comida como un motivo del arte, en Casa del Lago
Ciudad de México 21 de mayo de 2025.- “Comer es más que nutrirse: es una forma de transitar, de influir y dejarse influir, y de grabar en el paladar y en la memoria la geografía de una comunidad”.
Ésta es la primicia de la exposición “Conocer el mundo con la boca, sin que te piquen las espinas”, organizada por la Colección FEMSA y Casa del Lago, la cual se expone desde ya y hasta el 14 de septiembre en las Salas 3 y 4 del recinto universitario en Chapultepec, con el despliegue de 42 obras de 37 artistas, 12 de ellas parte de la Colección FEMSA, todas con sendas adyacencias sobre la cultura alimentaria, la identidad, lo ritual, la transferencia de saberes a través de la oralidad, pero también la defensa del cuerpo y del territorio.
El arte y su vínculo con los saberes, rituales y luchas alrededor de la alimentación es profundo y vasto. De ahí que la selección de obras que conviven en esta muestra comprenda trabajos desde los años 30 del siglo XX hasta piezas creadas ex profeso para la muestra abierta al público el fin de semana.
Se exhiben trabajos de artistas como Alan Sierra y Rafael Gutiérrez, Cristóbal Ascencio y Enrique Montaño, Ana Gallardo, Carlos Orozco Romero, Chantal Peñalosa Fong, Diego Pérez, Dulce Chacón, Enrique Argote, Fernando Salcedo Suárez del Real, Francis Alÿs, Polvo de Gallina Negra (Mónica Mayer y Maris Bustamante) e incluso Remedios Varo.

Mazorcas conformando el contorno de México. Cortesía FEMSA
De Remedios Varo a remedios caseros
Por ejemplo, la pieza en cuestión de Remedios Varo es el estudio a lápiz y papel titulado “Papilla estelar” (1958) con el que la artista ilustra a una mujer alimentando a una luna brillante con polvo estelar triturado a través de su chimenea.
Otra de las piezas a destacar en la instalación es “Material descartable” (2000) de la artista argentina residente en México Ana Gallardo. Se trata de una fila de enormes ramilletes de perejil que inundan la muestra con su olor tan particular. La pieza cumple con dos funciones: la de invitar al visitante a involucrarse en una experiencia más allá de lo visual, en este caso, el olfato, pero también a reflexionar sobre las distintas funciones orgánicas del perejil que han sido transmitidas por la oralidad, dado que lo mismo ayuda a la regulación cardiovascular pero también se ha usado históricamente para inducir el aborto por personas de bajos recursos o marginadas por las instituciones y normas de salud.
También es posible conocer la videoinstalación “Fong” (2023) con la que la artista visual Chantal Peñalosa Fong recorre el Barrio Chino de San Francisco y narra la historia de separación de las familias de ascendencia china, incluyendo la suya, producto de la violencia fustigada y la explotación laboral sobre la población migrante oriental en el norte de México a principios del siglo XX, lo que obligó a un profundo trauma colectivo y familiar entre ambos lados de la frontera entre nuestro país y Estados Unidos y cómo esto trastocó ámbitos tan cotidianos como la alimentación y el abastecimiento de los productos alimentarios para comercio y consumo.
Bienal FEMSA, el pulso del arte contemporáneo en México
La muestra apela a los sentidos
En entrevista con Alberto Díaz, curador de la Colección y de la Bienal FEMSA, y con Dea López, curadora invitada, comparten que una primera edición de esta muestra ya se había presentado entre octubre de 2023 y febrero de 2024 en el Museo Casa Diego Rivera en Guanajuato, en el marco de la participación de la Colección FEMSA en el Festival Internacional Cervantino. Pero esta nueva versión, comentan en entrevista, incorpora elementos que responden al contexto en Chapultepec.
Curador exposición Alberto Díaz, con la pieza Material descartable, de Ana Gallardo Cortesía
El curador de la exposición Alberto Díaz, con la pieza Material descartable, de Ana Gallardo Cortesía
“En esta ocasión decidimos elegir un grupo de obras que tienen que ver con los saberes que están concentrados en el cuerpo y que tienen que ver con la transmisión oral de los mismos”, comenta Alberto Díaz, y Dea López complementa: “Varias de las piezas dialogan con los ecosistemas que existen en Chapultepec. Respondemos al ejercicio de asimilación de que no en todos lados se come lo mismo ni se siembra lo mismo. Por eso tratamos de hacer un ejercicio de acoplamiento de la exposición que sucedió en Guanajuato”.
Alberto Díaz agrega que, como parte de esta visión por involucrar mucho más al visitante en una experiencia sensorial en distintas direcciones, se incluye una serie de galletas decoradas por la artista Mayra Silva con frases de la poeta Sylvia Plath, de nombre “Poema No. 3. Sylvia Plath Cookies”, la cual pone en cuestionamiento los roles de género según los espacios que ocupamos y labores que desempeñamos, particularmente, en la cocina y sobre la labor de cocinar.
“Vamos a estar repartiendo galletas a lo largo de la exposición, de manera que las personas puedan tener esa experiencia con el gusto, pero también reflexionar sobre la muestra”, señala Díaz.
Finalmente, la curadora invitada explica que “además de las piezas expuestas, estamos preparando un programa público que tienen que ver con la experiencia gastronómica, con la comida, con sentarse a compartir y conversar, porque esto, a final de cuentas completa la visión que tenemos como curadores sobre la muestra”.
Este programa público, que acompañará a la muestra hasta septiembre próximo, se dará a conocer a la brevedad a través de la página de Casa del Lago.
Con información de: Economista