Colaboraciones

Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Manuela Saénz, la libertadora del libertador

Sus padres, fueron Simón Saénz Vergara y María Joaquina de Aispuro quién se dice; murió al dar luz a Manuela por lo que la niña fue enviada a un orfanatorio.

En 1816, en Ecuador, conoció  al médico James Thorné  con el que su padre la casó.

Manuela fue aceptada en las reuniones de Lima, Perú, y en las tertulias hizo patentes sus ideales de libertad sumándose a la lucha de independencia de José de San Martín y Simón Bolívar

José de San Martín al libertar a Perú, la nombró Caballeresa del Sol.

Manuela regresó a Ecuador y ahí por vez primera vio a Simón Bolívar.

Al realizar Bolívar su  entrada a Ecuador, Manuela Saénz preparó un ramo de flores y lo lanzó al general, pero la ofrenda pegó de lleno en el cuerpo del héroe, Simón Bolívar levantó la mirada y simplemente sonrió, ante el bochorno de Manuela.

Luego en una reunión, Simón le recordó con gracia el hecho, diciéndole, “señora si mis soldados tuvieran la puntería de usted, ya le habíamos ganado la guerra a España”

A partir de ese momento vivieron juntos durante los días de la lucha por la independencia.

El propio Simón Bolívar la llamó “la libertadora del libertador”, porque la noche de 25 de septiembre de 1828, enemigos del libertador habían instrumentado un atentado para darle muerte. Manuela Saénz descubrió el complot y se colocó en medio de los enemigos y le dio tiempo al libertador de escapar.

Finalizando la lucha de Bolívar, el 8 de mayo de 1830, el general se despidió de Manuela y decidió alejarse de los conflictos del poder para irse a Europa.

En este viaje, Simón sufrió un crisis tuberculosa y el 17 de diciembre de 1830 murió víctima de la enfermedad.

Luego de su muerte,  el libertador y Manuela sufrieron los ataques de sus opositores, Manuela acusó al gobierno de incapaz. Fue detenida y llevada a la cárcel.

Al tomar el poder en Colombia, Francisco de Paula Santander, la expulsó de Colombia.

Manuela viajó entonces a Jamaica, luego a Guayaquil y fue expulsada,  acusada de ambiciosa.

Manuela fuese recibida en Perú en el puerto de Paita en 1835, y vivió de la venta de dulces y tabaco en una tienda.

En 1840 sufrió un accidente y perdió la movilidad de sus piernas.

El 23 noviembre de 1856 por Difteria, Manuela murió y su cadáver fue colocado en una fosa común.

En un cofre, amigos de Manuela llevaron un poco de tierra de la casa en la que vivió y fue colocado en la tumba del libertador.

Manuela Saénz murió a la edad de 59 años, una mujer fundamental en la causa independentista.

Botón volver arriba