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Encarecen pruebas rápidas covid en hospitales y laboratorios particulares

Ciudad de México, 14 de enero del 2022.- Aunque el Gobierno de la Ciudad de México realiza al día 30 mil pruebas rápidas gratuitas para la detección de covid-19, las cuales adquiere a 65 pesos, en hospitales y laboratorios privados se han encarecido y cuestan hasta mil 200 pesos ante la alta demanda, lo que ha provocado, además, que conseguir una cita sea una hazaña.

De acuerdo con datos del gobierno capitalino, en las últimas dos adquisiciones de pruebas rápidas, realizadas mediante subastas inversas, se logró reducir el precio de 112 pesos a 65, con lo que se han podido aplicar seis veces más pruebas que hace tres semanas.

Sin embargo, cientos de personas siguen acudiendo a nosocomios y laboratorios privados, que han aprovechado la demanda para incrementar sus precios. Azalia Miranda cayó en el abuso de estos negocios, luego de que su hijo de 12 años empezó con frío, cansancio y temperatura.

Ante las largas filas que se han reportado, buscó varias opciones, y a pesar de que por medio de la operadora del hospital Ángeles de México le informaron que la prueba rápida tenía un costo de 800 pesos, al llegar el precio cambió y tuvo que pagar mil 200.

En laboratorios como El Chopo, en Polanco, la prueba de antígeno está en 600 pesos; en Doisy, por promoción, 420; en Azteca, 500, y en las farmacias San Pablo, que han reportado largas filas, el costo es de 338. Además de las ya promocionadas por las alcaldías de Miguel Hidalgo en menos de 200 y Benito Juárez en 320.

Demanda satura citas

En laboratorios con precios más bajos, como el de Salud Digna, se hacen citas por Internet, pero las fechas y los horarios se encuentran sin disponibilidad en sus diversas sucursales.

Los solicitantes deben checar de manera continua si alguna sucursal abrió un espacio, al no pagarse una cita previamente otorgada, y aprovecharlo. Mientras, en algunas sucursales de la farmacia San Pablo, como la ubicada en calzada de Guadalupe, la gente esperó en fila alrededor de hora y media después de pagar el examen.

Se trata, comentaron algunos solicitantes entrevistados, de “un gasto no contemplado, pero no tienes de otra cuando en el trabajo te la solicitan, sin importar si es privada o del Seguro Social”.

Ana María y Alberto señalaron que el miércoles acudieron a las 9 horas al kiosco de la explanada de Gustavo A. Madero y “las filas eran interminables”. Una trabajadora del gobierno, aseguraron, “nos dijo que ya no había fichas y que mejor fuéramos al día siguiente más temprano y a ver si alcanzábamos, pero tampoco”.

Ante ello, “nos pusimos a buscar en Internet para sacar una cita e ir a lo seguro, porque ya tenemos dos días que no acudimos al trabajo y nos los van a descontar”, explicaron.

Con información de: https://www.jornada.com.mx/

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