Colaboraciones

Charlas de taberna | Por: Marcos H. Valerio | Sheinbaum a contra reloj

El primero de octubre, los nuevos alcaldes toman sus trincheras en la Ciudad de México, algunos de MORENA, se mantienen, pues ganaron la reelección.

La más afectada por esta crisis que padecieron los morenistas en las pasadas elecciones del 6 de junio, sin duda es la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo, quien se veía montada en “caballo de hacienda” rumbo a los comicios presidenciales.

Efectivamente es una mujer inteligente y ahora cuenta con Martí Batres en su equipo, quien recordarán fue la persona que impulsó a MORENA. De hecho es extrañó que no esté como secretario de Estado… Y la incorporación de este a su gabinete es para fortalecerla para 2024.

Claudia Sheinbaum, es una mujer equilibrada, que se sabe contener. No utiliza joyería pues trata de dar una imagen de intelectual, de mujer de lucha, guerrera que se ensucia las manos en las calles.

Sin embargo, dicen los que saben que las elecciones pasadas son un termómetro de lo que serán las del 2024. Como recordarán, desde 1997 que ganó la izquierda en la Ciudad de México, no había tenido un rotundo fracaso como lo fue en junio pasado.

¿Recuerdan el meme del mapa que pintaba de azul a las alcaldías donde principalmente se ubican las grandes industrias, farmacéuticas, empresas; y donde hay más rezago coloreadas de marrón?, ese fue un aviso de que hay que trabajar más.

Ella, arguyó que sus enemigos de la derecha utilizaron la pandemia por covid-19 para señalar la falta de empleo, pésima asistencia médica, alza de precios a comestibles, etcétera. Es decir, lo que la sobrepasó le hizo perder seis de las once alcaldías que habían ganado en la elección 2018. Estamos hablando de la metrópoli más importante del país.

Entonces, sólo algunos cuántos, le creyeron a su forma de vestir, a su forma de vender su personalidad.

Desde hace algunos sexenios, el voto que está ganado en el sufragio del hartazgo.

Andrés Manuel López Obrador hizo campaña desde años atrás y arrasó porque la gente estaba harta del PRI, los mismos priístas en 2018, cambiaron de estrategia y pusieron a un candidato que no era militante, un personaje que no lo vinculaban con el priísmo, a José Antonio Meade Kuribreña y aun así, lo aniquilaron.

En 2018, hubo muchos candidatos de MORENA, diputados, senadores, presidentes municipales que no hicieron campaña o fue mínima pero ganaron porque López Obrador los llevó de la mano al triunfo.

Curiosamente, en los pasados comicios los morenistas ganaron otros estados, pero también les arrebataron bastiones importantes que no debían perder. Nuevamente el voto del hartazgo se hizo presente, pero ahora en su contra.

Claudia Sheinbaum es una mujer inteligente que perdió su propia alcaldía, la de Tlalpan. La coalición le arrebató su bastión. Es algo donde ella debe preocuparse, porque su gente la traicionó. Supongo que si en algo estaba segura es que iba triunfar su candidata tlalpense Gabriela Osorio. Y digo la traicionaron porque seguro le confirmaron que iban a ganar dicha demarcación y se confió.

Estos tres años restantes, además de velar por su imagen, creo que debe presionar a su equipo para que la hagan ver bien en sus actividades de gobierno, debe exigir desde el primer día a los alcaldes de su partido que trabajen y con ello se gane la candidatura a la Presidencia.

Efectivamente la imagen dice mucho. Así ganó Vicente Fox, pero también estuvo presente el voto del hartazgo. Un PRI que hizo mal las cosas, un panista que vendió la idea de cambiar a México, con una vestimenta sencilla, de rancho, algo fuera de lo común de los políticos, y la cereza del pastel fue “el ya no más de lo mismo”.

Claudia Sheinbaum, tiene que trabajar su imagen, pero también apretar a su equipo de trabajo y cuidarse de quienes la rodean, de sus compañeros de partido que también quieren llegar a 2024. Es decir, Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, entre otros más.

Efectivamente, tiene que mostrarse como una política que sale a la calle, pero también debe trabajar y dar resultados, ya que apenas va a buscar un lugar para ser candidata presidencial, y para obtenerla no debe olvidar que perdió en estas pasadas elecciones media Ciudad de México, la capital más importante.

Ella tiene un mucho a su favor: la simpatía y el apoyo incondicional del presidente de la República. Pero una de esas, el que toma la rienda de la CDMX y es el ganón es Martí Batres y es el caballo negro que llega a la candidatura presidencial.

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