Colaboraciones

Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | El desierto de los leones.

La construcción de ex convento fue entre los años 1606 y 1611.

La orden de Los Carmelitas Descalzos llamó “desierto” a aquel espacio del cual emanaba la paz propia para la meditación.

Así entonces, la historia del Desierto de los Leones tiene un principio espiritual.

Está ubicado en la alcaldía de Cuajimalpa, CDMX.

Los Carmelitas en su peregrinación hacia Puebla, llegaron a ese lugar y decidieron quedarse ahí por señales que habían recibido.

“Construir una fundación en un sitio en el monte y distante de las ciudades”. Y aunque tenían un problema con el abasto agua, un hombre los llevó a un río y luego el campesino desapareció, después los carmelitas coincidieron en que el campesino era nada menos que San Juan Bautista.

Hay dos versiones del nombre de “Los leones”

Una es que los representantes de la corona española de la zona tenían este apellido, y la otra que; había pumas cazando en los bosques, y los confundían con leones.

Por 200 años el monasterio fue el hogar de los Carmelitas que llevaron una vida humilde y estricta. Su construcción fue una arquitectura colonial; el claustro, celdas, cocina, túneles, biblioteca, lavandería, y un huerto.

Los más devotos podían alejarse del convento y vivir en pequeñas ermitas en aislamiento.

En 1711, un temblor dañó la construcción del convento y lo demolieron. Rescatando parte de los materiales para hacer la construcción edificaron lo que existe hasta hoy.

Para 1801 nuevas familias se acercaron al Desierto de los Leones para para fundar colonias.

Después, muchos viajeros, y salteadores de caminos se aprovechaban de los Carmelitas, quienes finalmente abandonaron “su desierto”

El exconvento del Desierto de los Leones se convirtió en un lugar inhóspito.

El ex convento fue utilizado como una fábrica de vidrio, aunque en realidad, -se dice- era utilizada para la falsificación de moneda.

Luego surgieron muchas historias.

Ahí se menciona que tuvo lugar el “Brindis del Desierto”, que ocurrió en 1848 durante la ocupación estadounidense liderada por el General Scott. Ofrecido por mexicanos liberales.

Otra que, en la Revolución, el exconvento fue cuartel para Valentín Reyes, un comandante cercano a Emiliano Zapata, entre otras.

En 1917, el presidente Venustiano Carranza lo declaró el primer Parque Nacional de todo México.

Siendo presidente, Miguel de la Madrid, decretó su expropiación a favor del gobierno.

En este bosque y ex convento se ha vivido todo tipo leyendas.

Es un lugar bellísimo, y solo como dato curioso; no es propiamente un desierto y tampoco existen leones.

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