Al cierre de esta edición, 60 funcionarios militares y policiales abandonaron las órdenes del régimen de Nicolás Maduro, y pasaron a Colombia a solicitar refugio y colocarse a las órdenes del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.
En el puente internacional Simón Bolívar, frontera entre ambos países, poco después de las 7 de la mañana, tres efectivos de la Guardia Nacional utilizaron una tanqueta para tirar las barreras que colocaron las Fuerzas Armadas venezolanas para evitar el paso de la ayuda humanitaria. Fueron las primeras deserciones del día.
Los funcionarios son el teniente Richard Sánchez Zambrano, el sargento mayor Édgar Torres Valera y el sargento Mayor Óscar Suárez Torres. Minutos más tarde explicaron parte de las razones de su decisión. Son hijos y padres de familia que padecen la escasez de alimentos y medicinas que atraviesa la nación suramericana.
Un par de horas más tarde el mayor Hugo Enrique Parra Martínez cruzó la frontera hacia Colombia, para ponerse a las órdenes de Guaidó.
Con el pasar de los minutos se fueron sumando más funcionarios, mientras en el lado venezolano de la frontera atacaban con gases lacrimógenos, perdigones y balas a los manifestantes y voluntarios que querían ingresar al país la ayuda humanitaria.
Uno de los momentos emotivos de la jornada fue cuando las oficiales Lourdes Sánchez y Yesenia Santaella, ambas de la Policía Bolivariana, rompieron en llanto cuando manifestantes venezolanos les decían que la ayuda es también para sus familias, hijos, y para salvar vidas en los hospitales; momentos más tarde, ambas soltaron sus escudos antimotines y desertaron hacia Colombia.
Sargentos, mayores, tenientes, cabos y hasta un inspector del Ministerio de Interior y Justicia engrosaron la lista de desertores.
Uno de los militares de la GNB que desertó, dijo al ingresar a Colombia que la orden era masacrar al pueblo.
Con información de: https://heraldodemexico.com.mx