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Redacción23 marzo, 2016

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23 de Marzo de 2016

AL baja pobreza, menos en México y Costa Rica: Cepal Contrario a la disminución del número de pobres e indigentes que hubo en la mayoría de países latinoamericanos entre 2010 y 2014, en México y Costa Rica se incrementó el porcentaje de personas en esa condición, reveló la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). En ese lapso la pobreza aumentó en un punto porcentual, lo que significó que 53.2% de la población mexicana estuvo en esa situación en 2014, mientras que la indigencia ascendió a 20.6%, es decir, 0.4 puntos porcentuales más que en 2010, explicó la secretaria ejecutiva del organismo latinoamericano, Alicia Bárcena. El promedio es menor en Latinoamérica, ya que en 2014 la población que vivió en pobreza representó 28.2% del total, contra 11.8% en la indigencia, niveles prácticamente similares a los registrados un año antes. El retroceso reportado en México es más estructural que coyuntural, consideró, porque hay erosión de los salarios mínimos, una tasa alta de natalidad entre la población marginada, y el hecho de que no se compensa la caída en ingresos de pobres e indigentes a pesar de los programas de transferencias, como Prospera. Bárcena agregó que la política de sueldos debería revisarse en el país, porque los actuales niveles del salario mínimo mantienen a los trabajadores por debajo de la línea de bienestar, lo que significa que deben abordarse soluciones estructurales.

Cimbran Europa Europa fue ayer víctima una vez más de los terroristas, esta vez en su capital política: Bruselas. Al menos 34 personas murieron y 230 resultaron heridas en dos ataques reivindicados por el autodenominado Estado Islámico (EI): uno en el aeropuerto internacional y otro en una estación de Metro ubicada en el corazón de la ciudad. Estos atentados se dan a casi cuatro meses de que atacantes suicidas que vivían en el distrito de Molenbeek, en Bruselas, asesinaran a 130 personas en distintos puntos de París y a menos de una semana del arresto de Salah Abdeslam, prófugo de aquellos atentados y hallado en ese mismo barrio. La tragedia empezó a las 8:00 horas, tiempo local, con dos explosiones en la terminal de salidas del aeropuerto Zaventem de Bruselas; una bomba se relacionó con un atacante suicida y otra con una maleta explosiva. Una tercera bomba fue hallada y desactivada. Los estallidos dejaron al menos 14 personas muertas. A las 9:11 horas, otro artefacto explotó en un vagón del Metro en la estación de Maelbeek, muy cerca del Europarlamento y de los edificios centrales de la Comisión y el Consejo de la Unión Europea (UE). Al menos 20 personas fallecieron ahí. Los sobrevivientes describieron escenas de pánico y caos en ambos sitios. «Temíamos ataques terroristas, y ahora han sucedido», dijo el Primer Ministro belga, Charles Michel, quien calificó los atentados como actos ciegos, violentos y cobardes. Medios belgas difundieron una imagen de las cámaras del aeropuerto que mostraba a tres sospechosos, dos de ellos con guantes negros sólo en la mano izquierda y otro con chamarra blanca y sombrero negro. Las autoridades dijeron que los primeros dos habrían sido atacantes suicidas y que el tercero era buscado por la Policía. Estados Unidos, Francia, la ONU, el Papa y México, entre muchos otros, condenaron los ataques, que, según analistas, exhiben una vez más la vulnerabilidad de la inteligencia belga y la capacidad de los terroristas para esconderse y operar en el corazón de Europa.