Ecologia

Hallado pingüino prehistórico gigante con manchas rojas en la piel

04 de febrero de 2016.- Ya no hay pingüinos como los de antes. Hace treinta y seis millones de años, al menos una especie tenía casi la misma estatura que un hombre y lucía motas rojas y grises, según un reciente estudio.

Los autores del estudio afirman que esta especie recién descubierta, llamada el rey del agua, aportará datos sobre la evolución de las aves. Para los no iniciados, el cambio aparentemente reciente de la piel de los pingüinos al blanco y negro se debería más a la necesidad de nadar que a otros factores, como el sexo o el camuflaje.

Junto con al menos otras dos especies de otros pingüinos prehistóricos gigantes, los restos fósiles de esta fueron descubiertos en Perú en 2007, aunque el anuncio del descubrimiento no se ha hecho público hasta hoy. Las investigaciones llevadas a cabo en laboratorio han permitido recuperar recientemente plumas de las alas y otras plumas más pequeñas del cuerpo de una especie de pingüino de 150 centímetros de alto, bastante más grande que la especie mayor de pingüino que vive en la actualidad, el pingüino emperador, que apenas alcanza los 120 centímetros.

«Hemos descubierto que el borde anterior del ala era de color gris, y la parte inferior del ala, de un tono castaño rojizo,» declaró la directora del estudio, Julia Clarke, paleornitóloga de la universidad de Texas, en Austin.

Pero el equipo no disponía de plumas del pingüino rey del agua (Inkayacu paracasensis) suficientes para determinar los colores del resto del cuerpo.

«No podemos aún ‘poner color a todas las partes’ del pingüino, ni decir qué plumas corresponderían a otros rasgos más llamativos de su anatomía, como las bandas que algunas especies actuales lucen sobre los ojos o el cuello, como el pingüino de penacho amarillo (fotografía), declaró uno de los autores del estudio, el paleornitólogo Dan Ksepka, de la Universidad del Estado de Carolina del Norte.

«Pero ciertas características de los huesos nos indican que este fósil en particular era un espécimen adulto totalmente formado, no una cría, por lo que encontrarnos con tonalidades grises y marrones fue toda una sorpresa» añadió. (Vea una fotografía de una cría de pingüino emperador gris.)

El equipo de paleontólogos realizó el descubrimiento al comparar una serie de pigmentos microscópicos llamados melanosomas de las plumas del fósil con melanosomas de aves y pingüinos modernos. Basándose en las formas y tamaños de los melanosomas fósiles, los científicos pudieron determinar la coloración original de las plumas del pingüino.

Este descubrimiento, cuyos detalles aparecen publicados en una reciente edición de la revista Science, supone hallar por primera vez plumas y escamas en buen estado de conservación de pingüinos prehistóricos. Es también la primera prueba directa que los investigadores tienen de que los colores característicos de los pingüinos actuales son, posiblemente, un rasgo evolutivo reciente, según los autores.

 

¿Un traje de baño blanco y negro?

¿Por qué los pingüinos visten de frac?

Quizás sea una reacción a la aparición de nuevos depredadores, como las focas, opina Clarke. Las especies modernas de pingüinos han desarrollado un rasgo llamado «contrasombreado», que consiste en que el color blanco de sus vientres les permite camuflarse con el color del cielo, vistos desde la posición de un depredador que esté nadando a mayor profundidad que ellos, mientras que el color negro del dorso hace que se confundan ligeramente con las tonalidades de las profundidades marinas y pasen desapercibidos para los depredadores que acechen desde las alturas.

De nuevo, el melanosoma aporta una prueba de que el característico «frac» de los pingüinos podría ser una consecuencia del paso de esta ave a una vida acuática.

El equipo de investigadores observó que los melanosomas del rey del agua presentaban una estructura y una organización similares a las de aves actuales con plumajes de color castaño rojizo o gris, como los petirrojos o los pinzones. Pero los pigmentos de los fósiles son muy diferentes a los de los pingüinos de hoy en día, que tienen melanosomas de mayor tamaño y forma más redondeada y aparecen agrupados en forma de racimo.

Cabe la posibilidad, aventuran los miembros del equipo, de que la metamorfosis del melanosoma haya fortalecido el plumaje de los pingüinos, ayudando a convertir sus alas en «aletas» rígidas y estrechas que les permiten nadar mejor o que les confieren alguna otra ventaja que no conocemos.

«Barajamos la hipótesis de que estos cambios de forma del melanosoma podrían no tener nada que ver con el color,» afirma Clarke.

Y aquí volvemos a la cuestión del frac de los pingüinos, que parece ser un rasgo evolutivo «debido a cambios en el hábitat que aún no hemos identificado. Es algo que desconocemos», añade Clarke, cuyo trabajo está financiado por elExpeditions Council de la National Geographic Society. (National Geographic Society es la propietaria de National Geographic News.)

El estudio sobre los pingüinos supone «un gran avance»

Poder interpretar el color del plumaje del pingüino rey del agua es «algo verdaderamente notable, que supone un gran avance para el estudio de la paleontología de los vertebrados», proclama Paul Scofield, conservador de la sección de zoología de los vertebrados del Museo de Canterbury en Nueva Zelanda.

Anteriores análisis de melanosoma habían permitido conocer los colores del plumaje de ciertos dinosaurios no voladores. («Dinosaur True Colors Revealed for First Time.»)

Pero el estudio sobre los pingüinos demuestra que esta técnica puede ser una herramienta sumamente útil para las investigaciones sobre aves fósiles y otras criaturas ya extinguidas, explica Scofield, quien no participó directamente en el estudio.

Mike Benton, de la Universidad de Bristol (Reino Unido) opina que el estudio es «un trabajo excelente».

Este paleontólogo, que tampoco formó parte del equipo de investigadores, nos dice por correo electrónico que «el estudio, además, demuestra que la paleontología biológica actual es capaz de tender puentes entre lo vivo y lo fósil y aspira a entender una serie de sistemas funcionales de gran importancia, como la coloración del plumaje, que hasta hace bien poco nos eran extraños».

NATIONAL GEOGRAPHIC

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