Opinión del Día

Paso a Desnivel

David Cárdenas

Sara más amarás.

Juan José Arreola

“Dijo el rollo que echan todos los hombres, ya no me acuerdo… ¡parecía hervor de olla! Nombre, si hasta miedo le tenía, dije; “hay que loco éste” me siguió hasta mi casa y me metí. Pero no se fue, se quedó por ahí; y al rato me vuelvo a asomar porque oigo otro coche, dije “ahora si ya vienen”, me asomo y ahí estaba y ¡se dejó venir! y vuelta a esconderme; me metía yo de nuevo…. Y así fue días seguidos y no me podía pescar por nada, yo nomás lo veía y corría, me escondía…”

Así refiere Sara Sánchez sus primero encuentros con Juan José Arreola…

El enamoramiento fue inmediato…Después de una corrida de toros con un cartel digno de la ocasión, Juan José se encontró, de frente, con Sara, Sarita Sánchez… -dice el texto- “se encontró con el rayo que lo partiría a la mitad para siempre…”

Juan José Arreola en Zaplotán, Tamazula; allá por Jalisco, al mirar a Sarita aquella tarde se enamoró como los de antes… Y se apostó como un soldado afuera de la casa de los Sánchez para verla y hablar con ella.

“Sara más amarás” es el libro que contiene su correspondencia: Conoceremos en él a Sarita Sánchez.

Y Juan José Arreola el hombre que se convertiría en un personaje singular de capa suave y memoria de acero, nos es devuelto en éste precioso cuaderno en el que juega –desde el principio mismo- con las letras. No, no  podría ser de otro modo.

Por cierto “Arreola el Florentino mexicano”  como le llamara Pita Amor en sus sonetos y sabedora de la amistad con el otro Juan; Rulfo, los hizo a ambos; compañeros en el viaje eterno de su poesía…

“Al dueño del desierto americano,
del llano desolado y devastado,
a Rulfo, que del llano enamorado,
arrasó el Continente Americano.
A Arreola, el florentino mexicano que a Salaino su gorra le ha bordado
con alamares de festón plateado
que dibujó con tinta de su mano.”

A ese Juan Rulfo que en sus cartas a Sarita le envía un palíndroma, “Sara más amarás”, lo vamos a encontrar aquí… y Vamos a conocer a Sarita, que nos la revela como un ser sensible y singular narradora de leyendas… “cuando recordamos a Sarita que nos contaba la historia de algún pueblo y su río… a veces nos mojamos..” dicen quienes la conocieron

Muchas de esas historias fueron compartidas con Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, conocido como Juan Rulfo,

Juan Rulfo amigo de la familia, se pasaba las tardes escuchando a Sarita. Mientras ella planchaba. Juan Rulfo se sentaba frente a la mesa con un café y su cigarro… escuchándola con atenta emoción.

Tanto disfrutaba Juan Rulfo la voz de Sarita cuando charlaba y cuando cantaba, que, cuando El Indio Fernández platicó con él y con Juan José Arreola la posibilidad de que hiciera el guión para “El gallo de oro” el autor de “El llano en llamas” le propuso que Sarita saliera cantando en la película… Sarita se negó… a ella no le agradaban los reflectores.

Las cartas cuentan que cuando Sarita Sánchez y Juan José Arreola se conocieron, ella era una dama muy distinguida y él, Juan José, aspiraba a ser un artista respetable… lo demás está en la correspondencia que recomiendo en este libro.

Al abrir éste libro estaremos ante un gran momento… vamos a conocer al inspirado; sí… y vamos a conocer a quién lo inspira…

Pero no retrasemos el momento

Leamos y releamos Juan José Arreola; “Sara más amarás”. Cartas a Sara.

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