Colaboraciones

Mexicanos no saben dormir bien: UNAM

  • Estudios señalan que 45% de la población no duerme bien, asegura; hasta 5% de los adultos en México podría padecer insomnio, dice.

México, 25 de junio de 2017.- Irritabilidad, depresión, cansancio y somnolencia son algunos de los síntomas que padece una persona con algún trastorno  del  sueño. En México se estima que 45% de la población tiene mala calidad  del  sueño , mientras que 5% de los adultos tiene insomnio y 11% roncan, precisa  Ulises Jiménez Correa, director de la Clínica de Trastornos del  Sueño  de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista con EL UNIVERSAL, el especialista afirma que esos trastornos  representan un problema de salud pública porque tienen efectos a corto plazo como el bajo desempeño en las labores e incluso, una persona que no ha descansado lo suficiente puede provocar un accidente automovilístico por quedarse dormido al volante; mientras que las consecuencias a largo plazo de no dormir bien llegan a derivar en sobrepeso, hipertensión, diabetes y alto colesterol.

Las dos clínicas del sueño de la UNAM atienden alrededor de 9 mil pacientes al año, desde recién nacidos hasta adultos mayores; de esa cifra, 40% acude por insomnio, otro 40% presenta trastornos respiratorios del sueño, principalmente ronquidos, y 20% cansancio crónico y somnolencia diurna, entre otras.

¿Qué factores desencadenan un trastorno del sueño?

—Son múltiples,  la edad, el estado de salud en general, la presencia  de alguna enfermedad, sobre todo condiciones crónicas que pudieran dificultar la  respiración durante el sueño y provocar malestares gástricos, problemas musculares durante el sueño, dolor crónico, entre otros.

Algo que podríamos considerar como una generalidad que cometemos como equivocación y que nos hace tener una mala calidad en el sueño es nuestro estilo de vida, una vida sedentaria, con horarios irregulares para ir a la cama y ver la televisión acostados.

Ahora los teléfonos, las tabletas y el internet en la madrugada son cada vez más frecuentes. Nuestro estilo de vida es algo que va a disminuir nuestra calidad de sueño.

¿En qué edades se presentan con mayor frecuencia los trastornos del sueño?

—Depende de la edad. Los síntomas de insomnio se van a presentar en la adolescencia, pero se pueden mostrar en todas las etapas de la vida. Actualmente tenemos un problema de jóvenes que no tienen escuela ni trabajo, pero sí tablets, computadoras e internet durante toda la madrugada. Se desfasa el ciclo de sueño porque se dedican a divertirse durante la noche, se duermen a las seis o siete de la mañana y se levantan a las dos o tres de la tarde, eso se llama fase  atrasada del sueño.

A partir de la vida del  adulto joven en adelante estamos padeciendo algo  que se llama síndrome del sueño insuficiente. Eso es una  restricción voluntaria del tiempo de dormir porque te tienes que levantar temprano para llegar a tiempo a la escuela o al trabajo y tienes que  recorrer cuando menos una hora en la mañana de camino, sales del trabajo y después de haber ocupado una hora u hora y media de camino, todavía debes hacer la tarea, preparar el trabajo o la comida.

Entonces la gente se está durmiendo después de las 11:00 o 12:00 de la noche, y se levantan  a las 5:00 o 6:00 de la mañana. El resultado es que  están durmiendo cuatro o cinco horas por la noche y están quedando a deber sueño. Al día siguiente empiezan  bien en la mañana; sin embargo, conforme avanzan las horas,  comienzan a tener mucho sueño, lo que los hace disfuncionales  en la escuela, en el trabajo eso es importante porque además hay riesgo de accidentes.

Es síndrome de sueño insuficiente porque vivimos en grandes ciudades que implican recorrer grandes distancias y a veces por los problemas de movilidad toma más de una hora  por el tráfico. Eso es algo muy común.

¿Cuántas personas tienen síndrome de sueño insuficiente?

—Específicamente no se sabe, porque eso es algo a lo que se le ha dado mucho más énfasis en los últimos años, pero aproximadamente a nivel nacional un par de estudios señalan que 45% de la población tiene  mala calidad del sueño; se ha documentado que incluso 5% de los adultos podrían tener insomnio, mientras que 11% ronquidos y trastornos respiratorios durante el sueño.

Estamos hablando de que los trastornos se convierten en problemas de salud pública porque pueden provocar accidentes y por la proporción de pacientes por la prevalencia, esto sucede porque dormir  es una actividad que nos ocupa la tercera parte de la vida. En promedio estaríamos dormidos ocho horas, de manera que si duermes mal, eso va a impactar de manera directa sobre el tiempo en el que se esté despierto, la calidad de vida va a disminuir de manera impresionante.

¿Cuáles son los  trastornos de sueño más comunes?

—Existen dos síntomas universales:  el insomnio y la somnolencia diurna. Por motivo de  consulta, en el área clínica aproximadamente 40% viene por insomnio, otro 40% de los pacientes viene por trastornos respiratorios del sueño, principalmente ronquidos, y 20% por otras condiciones.

¿Qué efectos a largo plazo puede traer el tener un síndrome de sueño insuficiente?

—Problemas de atención, de memoria, irritabilidad, ánimo depresivo, ya que todo eso va a interferir en tu escuela o en el trabajo y el motivo de consulta aquí es somnolencia diurna. Esos pacientes vienen quejándose de que se quedan dormidos en cualquier lugar en cualquier momento. Eso es consecuencia de la faltan horas de sueño.

¿La dinámica de vida está impactando en que incrementen los trastornos del sueño?

—Tiene que ver con un tema de movilidad del siglo. Lo que tenemos en términos de investigación de los últimos 15 años a la fecha es que la mala calidad del sueño en términos generales es un factor de riesgo para enfermedades metabólicas como el sobrepeso, la hipertensión, la diabetes, los problemas con los triglicéridos y el colesterol. El punto es que la gente empieza a tener después ronquidos y apnea del sueño, a eso se la han llamado síndrome z, la letra zeta, por quedarse dormido o tener mucho sueño durante el día.

¿Cómo afectan los dispositivos móviles la función neuronal?

—La estimulación luminosa no permite que haya una adecuada secreción de melatonina. Al haber una deficiencia de esta hormona durante la noche, el inicio de sueño se dificulta. La principal causa de esto tiene que ver con la estimulación de tipo luminosa y el otro tema con la cuestión emocional.

Depende de lo que estés viendo, casi nunca hay noticias buenas. Entonces, ves el noticiero de las 10:00 u 11:00 de la noche y te encuentras con que hubo un atentado. Apagas la televisión, pero te quedas con eso en la cabeza y no va a haber buena calidad en el sueño.

Esos dos factores, iluminación y emocional, no te van a permitir descansar bien.

En cuanto al estrés, ¿cómo impacta en la calidad del sueño?

—Primordialmente el estrés tiene que ver. Desde el punto de vista hormonal, estaríamos hablando de cortizol y adrenalina, que son hormonas estimulantes y no te van a permitir conciliar el sueño. Es un punto importante: una persona que se la pasa estresada desde la mañana, sigue estresada por la tarde y lo está en la noche, simplemente se va a acostar y no va a poder dormir.

¿Qué factores causan el insomnio, además del estrés?

—Hay factores que nos ponen en riesgo de ser insomnes, principalmente nuestra personalidad, pero si a eso se agrega un factor estresante, un problema de orden personal, un diagnóstico de alguna enfermedad, el fallecimiento de alguien, ese factor interactúa con los que nos tenían predispuestos. Luego vienen factores que ya no nos dejan recuperar la calidad del sueño, les llaman factores perpetuantes del insomnio, levantarse tarde, la vida sedentaria, hacer un mal uso de los medicamentos para dormir, tomar alcohol en la noche para provocar el sueño, estos factores van a venir a complicarnos y no habrá recuperación.

¿Qué provoca los ronquidos?

—Generalmente tiene que ver con un factor anatómico en el que se está obstruyendo la vía respiratoria en uno o varios puntos. A eso se le agrega un factor funcional: cuando estamos dormidos, hay una relajación muscular, si ya había una obstrucción y viene la relajación muscular en la vía respiratoria, hay una obstrucción todavía mayor.

El aire empieza a pasar de manera forzada y eso va a venir a provocar el ruido que llamamos ronquido. Si la vía respiratoria se obstruye por completo, se da una apnea del sueño, entonces pueden ser infecciones crónicas que están obstruyendo la vía respiratoria.

Pudo causarla golpe en la cara que desvió la base de la nariz, un tamaño excesivo de la lengua o el paladar blando, que llamamos úvula, puede ser alguna infección crónica de la laringe, de la faringe, de manera que eso va a dificultar la respiración.

¿Cuáles serían las principales recomendaciones que haría para mejorar la calidad del sueño?

—Levantarse temprano, eso es lo primero y hacer ejercicio por la mañana. Hay que mantenerse activo por la tarde para que eso nos permita tener un adecuado nivel de vigilia durante el día. Si logras eso lo que estás provocando es que la necesidad de dormir se acumule para que en la noche cuando te acuestes duermas de la mejor manera y eso se conoce como higiene de sueño, lo que podemos hacer y evitar durante el día para dormir bien. Una siesta prolongada, una, dos, o tres horas después de las cinco de la tarde te disminuye la necesidad de dormir en la noche.

¿Cuántas horas se debe dormir?

—Es variable según la edad, pero vamos a hablar que un adulto joven sano podría dormir entre siete y nueve horas por noche. Entonces el tiempo de sueño no es tan importante como la calidad. Si te levantas descansado, si tienes buen nivel de alerta durante la mañana y la tarde, estamos hablando de que el tiempo que duermes te es suficiente para funcionar bien. Pero si estás  durmiendo de ocho a 10 horas y a pesar de eso hay dificultad para levantarse o hay cansancio, estás en un lugar tranquilo y te estás quedando dormido, entonces tu sueño no es de calidad y hay que buscar ayuda.

¿Cuándo debemos pedir ayuda si tenemos la sospecha de un trastorno de sueño?

—Cuando uno tiene dificultad para empezar a dormir, se está despertando frecuentemente o el tiempo de sueño es muy corto, eso en primer lugar; dos, cuando hay dificultad para levantarse, cansancio y necesidad de dormir durante el día, cualquiera de estos síntomas podrían presentarse una o dos veces por semana.

Quizá esto no es tan complicado, pero si este problemas se está presentando tres o más veces por semana y esto se está prolongando durante más de un mes, ya no se va resolver de manera espontánea, se necesita ver a un especialista en la clínica de trastornos de sueño.

Astrid Rivera | El Universal

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