Colaboraciones

Democracia: Origen y Sustento del Desarrollo Nacional | Esteban Ángeles Cerón

La democracia moderna vive una de las más grandes encrucijadas frente al escepticismo ciudadano, por el quebranto de la voz del pueblo en el mandato del ejercicio de gobierno.

En este sentido, las tensiones entre el antiguo régimen político con el nuevo régimen de reinstitucionalización, imponen debatir a fondo el quehacer público; privilegiar la corresponsabilidad en la toma de decisiones; y favorecer la estabilidad social mediante la generación de oportunidades en la redistribución de los beneficios del Estado.

No nos equivoquemos: la importancia del sistema político no estriba sólo en organizar elecciones, sino en ser garante del acceso al poder, haciendo de la democracia la co-creación de la ciudadanía en el ejercicio de gobierno.

El quehacer público no es compatible con los apetitos y ambiciones personales. El talón de Aquiles de la democracia radica en la fragmentación, la desigualdad y la atomización de la  política. Por su parte, el demérito de la operatividad del Estado, no se reduce a los impactos de inconcreción, corrupción e impunidad, sino a los vínculos perversos entre política, dinero y poder.

Una dimensión importante para reencauzar este escenario se encuentra en privilegiar la participación de estructuras ciudadanas, comunitarias y vecinales, así como la responsabilidad del Estado de activar y dinamizar las condiciones macro y microeconómicas; salvaguardar la libertad de mercado; y no tolerar las amenazas de los manejos mezquinos, que suelen esconder el uso de la libertad política en detrimento del interés común de la sociedad.

Obviar la vitalidad de estas acciones de Estado, ahondará las asimetrías políticas, que encuentran en las causales de la desigualdad económica y en el poder del dinero, el caldo de cultivo de las anomias sociales.

En efecto, los grupos de escasos recursos suelen presentar bajos niveles de participación política; tienen menores posibilidades de generar conciencia político-ideológica; afianzan la hegemonía de los sectores económicamente favorecidos; y agudizan la fragmentación de los sectores pobres y marginados.

En este contexto, los procesos electorales (y el que vivimos no es la excepción),  están marcados por el deterioro económico de la sociedad, e impactados con la pauperización política de las ofertas de partidos y candidatos, lo que provoca el síndrome de la “política insípida”, aquella cuya dinámica y propuestas, no saben a nada, por ser una estela de palabrería que se pierde ante el escepticismo ciudadano.

¿Qué deben hacer partidos y candidatos ante el síndrome de la “política insípida y lo desabrido de sus propuestas”?

Es necesario empezar por ponerle sabor a la política, sin recetas ni demagogias, pero sí con la fuerza y contundencia de planes y programas que permitan superar los problemas del desarrollo, la desigualdad y la pobreza.

Esta no es una fórmula mágica, sino la expresión sensata que debe consolidarse en una Agenda Ciudadana que vincule la apertura democrática con la transformación estratégica que requiere la construcción del porvenir.

Hoy, que Hidalgo vive un proceso electoral, surge nuevamente la esperanza social de construir un futuro posible y para todos.

La exigencia ciudadana hacia el Estado marca un solo camino: hacer de la participación corresponsable el mayor mecanismo de acción pública, porque el espíritu del ejercicio de gobierno presenta el reto univoco de hacer de la dignidad humana, vanguardia y virtud de la política.

En este trazo de ciudadanización política, ¿Cómo se logra la sustentabilidad y el desarrollo democrático, en un ámbito de transformación social en Hidalgo?

Una aproximación sentida la constituyen los nexos de inclusión y pervivencia ciudadana hacia la edificación pública de tareas políticas. Destaca el caso concreto del portal ciudadanowww.inteligenciaelectoral.org.mx, que viene encauzando una Agenda Ciudadana Abierta, prescribiendo las relaciones sociales entre democracia y transformación estratégica del Hidalgo que quieren y aspiran los hidalguenses, fincadas en los “Proyectos Estratégicos” del Hidalgo inserto en el contexto global.

Destaco de este esfuerzo ciudadano, el proyecto de largo aliento “Pachuca, Ciudad del Conocimiento y la Cultura”, que pretende capitalizar la vasta estructura académica, científica y tecnológica de la entidad, para afianzar los trazos del desarrollo sustentable y la innovación, para generar oportunidades efectivas a la sociedad en la edificación del porvenir con dignidad.

Aunado a ello, el proyecto del “Parque Científico y Tecnológico de Hidalgo”, es un planteamiento exitoso desde su origen, al estimular y dinamizar la generación y transferencia tecnológica en la aplicación del conocimiento científico; sus expectativas son idóneas a nivel social al impulsar la interacción entre universidades, instituciones de investigación, empresa, mercados y gobierno.

Sobresale y debe ser tomado en cuenta por partidos y candidatos, la “Plataforma Logística de Hidalgo”, proyecto sustentado en el aprovechamiento y conectividad de distribución carretera que impulsará la competitividad, productividad y el empleo, dadas las condiciones geo-estratégicas de la entidad, que entronizan con el proyecto “Terminal Intermodal Logística de Hidalgo”, que integra la cadena de logística y transporte orientada a la exportación de mercancías.

Por otra parte, la ciudadanía demanda y alienta en forma decidida los proyectos de “Conversión de Residuales en Tula”; “Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Atotonilco”; “Presas Tultitlán y  El Zapatero”; “Libramiento Norte del Valle de México”; y “Sistema Integrado de Transporte Masivo de la Zona Metropolitana de Pachuca”; junto con el anuncio del Gobierno Federal del “Tren de Pasajeros México-Querétaro”. La mesa esta puesta. Partidos y candidatos tienen el deber de encausar y concretar estos proyectos de impacto social para Hidalgo.

A 20 días de la Jornada Electoral, es oportuno hacer un llamado a refrendar la voluntad del pueblo en el voto, a no olvidar lo históricamente conquistado por la ciudadanía.  La democracia como origen y sustento del desarrollo nacional y de la transformación social, exige tu participación informada para dejar huella en el ejercicio de gobierno y afianzar la pervivencia  cierta de la voluntad del pueblo.

Agenda

  • La aspiración de una democracia de calidad enfrenta el reto de perfeccionar los mecanismos y formatos de confrontación de ideas de las ofertas políticas. Loable ha resultado el primer debate entre candidatos a la gubernatura del estado de Hidalgo, pero insuficiente para plantear las distintas visiones, propuestas y compromisos que debe conocer ampliamente la ciudadanía.
  • La crisis política que vive Brasil, arroja no sólo la separación del cargo de la Presidenta Dilma Rousseff, sino también una aleta a las democracias latinoamericanas y del orbe para asegurar mayores niveles de transparencia, rendición de cuentas y probidad del ejercicio público para extirpar el cáncer de la corrupción y la impunidad.

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