Mediciones y Encuestas

Reprueba México en posgrados

Cd. de México, México, 25 de enero de 2016.- Sólo el 4 por ciento de los jóvenes mexicanos obtendrá una maestría en su vida. Ésa es la estimación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el reporte “Panorama de la Educación 2015”.

Dicho porcentaje se encuentra muy por debajo del promedio de los países miembros, que es de 22 por ciento.

En cuanto al doctorado, el cálculo es de menos de 1 por ciento, mientras que el promedio de la OCDE es de 2 por ciento.

De acuerdo con José Aguirre Vázquez, director general de Planeación y Desarrollo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), en el ciclo 2014- 2015 había un registro de casi 314 mil alumnos en posgrado.

“Eso nos da 3 por ciento de cobertura en especialidad, maestría y doctorado.

El mayor número está en maestría”, señala.

De los 314 mil alumnos, Aguirre Vázquez calcula que 40 mil cursaban el doctorado.

“Es un número que debemos superar. Brasil debe andar en cerca de 80 mil, y Estados Unidos, en unos 400 mil”, indica.

El mismo informe de la organización señala que, en 2014, 10 por ciento de la población estadounidense de 25 a 64 años había cursado una maestría o equivalente y 2 por ciento, un doctorado o equivalente. En España, 14 por ciento de los adultos de entre 25 y 64 años tiene un máster o título equivalente y 1 por ciento, un doctorado o título equivalente.

A decir de Aguirre Vázquez, la baja expectativa de mexicanos con posgrado tiene que ver con un rezago en general en la educación superior en el País.

“México tiene una baja cobertura de la educación superior en general. Tenemos una tasa bruta de escolarización en licenciatura de 34.1 por ciento. Es realmente bajo, sobre todo si nos comparamos con países cercanos, como Colombia o Chile, los cuales, aunque tienen economías más débiles, están muy por arriba de nosotros, del 40 por ciento, nuestra meta sectorial a la que aspiramos llegar en 2018”, explica.

“Una matrícula reducida en licenciatura obviamente repercute en el siguiente nivel”.

Balám Barceló, investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), considera que la baja tasa de mexicanos con posgrado es también por la falta de incentivos.

México, señala, es el único país de la OCDE donde la tasa de desempleo con licenciatura y posgrado es mayor que la tasa de desempleo para gente que no consiguió estudios superiores.

“Es desanimante para los jóvenes que quieren seguir sus estudios si ven que el ingreso al mercado laboral es difícil”, sostiene el economista.

Además, indica que, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 20 por ciento de los jóvenes con licenciatura terminan trabajando en la informalidad.

“Si tenemos a muchos mexicanos laborando en la informalidad, aun con estudios universitarios, tampoco conlleva a querer continuar sus estudios y buscar una especialidad que te pueda ayudar a subir en tu trabajo”, agrega.

Otra desventaja que señala el investigador es que en México no hay demanda de gente tan especializada ni inversión en investigación y desarrollo.

“No existe una interrelación entre la inversión en investigación y desarrollo, la educación de alto nivel y la creación de nueva comunidad científica. En los países que sí invierten mucho en este rubro crean nuevos productos de alto valor adquirido que, a su vez, requieren de gente especializada para trabajar en estas nuevas empresas”, indica.

“Por ejemplo, en Suecia y EU, respectivamente, donde hay 29 y 13 por ciento de estudiantes cursando la maestría, ellos gastan alrededor del 3.44 y el 2.77 de su PIB en investigación y desarrollo, mientras que México sólo dedica alrededor del 0.5 por ciento”.

Ante este escenario, opina Aguirre Vázquez, alcanzar el 4.5 por ciento de gente con estudios de maestría en 2018 sería un logro meritorio.

Las consecuencias

Ambos especialistas sostienen que el bajo porcentaje de mexicanos con posgrado impacta directamente en el desarrollo económico y social del País.

“Genera rezago económico porque podríamos quedarnos estancados produciendo empresas y bienes de poco valor adquirido, que no nos dan mucho crecimiento económico”, señala Barceló.

“Y social, porque, si no tenemos suficiente talento, no podemos encontrar soluciones a los problemas complejos del País, que constantemente van evolucionando y requieren de gente que se esté actualizando con los nuevos métodos para solucionarlos”.

Contar con recursos humanos altamente calificados, capaces de generar y aplicar innovadoramente el conocimiento, agrega Aguirre Vázquez, es un requisito indispensable para incrementar la competitividad internacional del País.

“Ya no estamos en aquellas épocas en las que exportar materias primas o tener mano de obra barata era una ventaja. En este momento, es el conocimiento el que puede hacer la diferencia, sobre todo la aplicación e innovación”, asegura.

“Las naciones que han entendido este concepto, como los Tigres Asiáticos, están frente a una mayor probabilidad de lograr niveles de desarrollo más altos y bienestar para sus ciudadanos”.

Qué hacer

Balám Barceló, investigador del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), y José Aguirre Vázquez, director general de Planeación y Desarrollo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), señalan algunas medidas que en México se deberían tomar para aumentar el porcentaje de la población con posgrados:

+ Fortalecer el vínculo entre universidades con empresas y Gobierno para hacer más investigación y desarrollo de productos especializados que puedan generar nuevas industrias, mismas que pueden absorber talento especializado.

+ Aumentar y diversificar la oferta de posgrados para dar mayor impulso a las áreas que contribuyan más al desarrollo de México, como son los programas de corte científico, de tecnología y las ingenierías. De acuerdo con el especialista de ANUIES, actualmente el mayor porcentaje de posgrados está en ciencias sociales, derecho y administración.

+ Mejorar la calidad de los programas.

Actualmente, el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), del Conacyt, ubica mil 943 programas de calidad, todos evaluados rigurosamente, pero hay más de 8 mil 500 programas de posgrado activos de diversas disciplinas. Quiere decir que aproximadamente sólo una cuarta parte está en el PNPC. Aguirre Vázquez indica que cerrar esa brecha permitiría ofrecer a los jóvenes programas que realmente les aporten mayores competencias profesionales.

+ Impulsar más doctorados hechos conjuntamente con la industria para aplicar mejor el proceso productivo en el desarrollo del posgrado. Actualmente, dice el especialista de la ANUIES, sólo hay 21 programas así en el PNPC.

+ Aprovechar la modalidad online. Por ahora sólo hay 10 posgrados con ese sistema en el PNPC. Esto, agrega Aguirre Vázquez, contribuiría a posicionar el posgrado mexicano en el ámbito internacional.

+ Mayor inversión por parte del Gobierno.

+ Fortalecimiento de los programas de becas, sobre todo para los programas que demandan dedicación completa.

+ Mejorar los esquemas de crédito educativo para instituciones particulares.

 

Tania Romero | Reforma

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