El Instituto Nacional Electoral (INE) y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) inauguran el XVII Curso Interamericano de Elecciones y Democracia. “Democracia y Violencia: de los antiguos a los nuevos desafíos en América Latina”, el cual tiene como objetivo buscar mecanismos de respuesta del Estado frente a las amenazas que representan las nuevas formas de violencia.
Al tomar la palabra, el Consejero Presidente del INE, Lorenzo Córdova, afirmó que la mejor manera de combatir a la violencia es a través de un cambio cultural que transforme los principios y valores de la sociedad.
“Estoy convencido de que la mejor manera para generar un contexto de rechazo a las distintas formas de violencia en el ámbito electoral, es a través de la construcción de una sociedad comprometida con los valores y prácticas cotidianas de los principios democráticos”, afirmó.
En presencia del Fiscal Especializado para la Atención de Delitos Electorales, Santiago Nieto Castillo y del Director del Centro de Asesoría y Promoción Electoral del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Salvador Romero Ballivián; el Presidente del INE destacó la importancia de la participación de la ciudadanía en el fortalecimiento de las instituciones.
“En la medida que los ciudadanos se involucren más en la vida pública se irán creando contextos de exigencia que presionarán a las instituciones, partidos y autoridades a elevar su estándares de eficiencia, vinculación y capacidad de respuesta a las demandas de la sociedad”, dijo.
Lorenzo Córdova agregó que la columna vertebral de un sistema electoral tiene que ser la certeza, lo cual “implica que las reglas del juego democrático gocen de un amplio consenso político y sean no solamente conocidas, sino reconocidas y aceptadas por todos los actores del juego”.
Por su parte, el titular de la FEPADE, Santiago Nieto, señaló que la violencia es una de las expresiones contrarias a la democracia: “necesitamos limitarla, acotarla, encontrar sus fuentes, y a partir de ahí plantear las políticas públicas necesarias para poder elevar el nivel de satisfacción que existe respecto a nuestro régimen democrático”.
Refirió que durante el pasado proceso electoral en México se vivió el surgimiento de una serie de conductas que antes no habían acompañado los procesos electorales o por lo menos con el mismo nivel de intensidad.
