Colaboraciones

La combinación de volante y teléfono celular es de alto riesgo

Según datos de varias pruebas recientes, usar un teléfono celular con “manos libres” mientras se maneja interfiere notoriamente con la habilidad para maniobrar un vehículo con seguridad.

En un estudio anterior, un equipo de investigadores señaló que, al usar teléfonos celulares con “manos libres” o los portátiles normales durante simulaciones de manejo, las personas ignoraban los semáforos con más frecuencia y reaccionaban con más lentitud a las señales de tránsito, en comparación con el empleo manual del aparato.

Estos problemas no ocurrieron entre quienes hablaban con algún pasajero o escuchaban la radio.

En nuevas investigaciones, 110 voluntarios operaron un simulador de manejo y ocasionaron más choques traseros y reaccionaron más lentamente a los vehículos que frenaban frente a ellos durante los periodos en los que conversaban por un teléfono celular con “manos libres”.

Los peores daños ocurrieron mientras manejaban en el tránsito pesado.

Las conversaciones por celular debilitan la atención requerida para percatarse de las señales importantes.

Por ejemplo, inmediatamente después de haber pasado en sesiones de manejo simuladas frente a una serie de anuncios, los participantes que habían hablado por un celular con “manos libres” recordaron muy poco el contenido de los letreros.

Sin embargo, aun cuando emplearon el aparato, pruebas de localización de orientación ocular mostraron que los conductores miraron directamente dos tercios de los anuncios.

En consecuencia, la recomendación para quienes van al frente del volante es clara: no hablen por teléfono celular mientras manejan, incluso si sus manos no están ocupadas en sostener el artefacto.

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