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Xochimilco, un tesoro viviente prehispánico que hay que rescatar

México, 16 de julio del 2018.- A pesar de ser consideradas “Patrimonio de la Humanidad”, las chinampas de Xochimilco enfrentan hoy un gran problema debido a la contaminación que prevalece en las aguas de sus canales, por lo que su rescate es uno de los retos científicos más relevantes para cuidar este importante recinto prehispánico.

Este ha sido uno de los principales motivos que han impulsado a investigadores como Refugio Rodríguez Vázquez, quien desde hace tres años tiene la tarea de rescatar estos tesoros flotantes mediante uno de los proyectos más ambiciosos al sur de la Ciudad de México.

Al ofrecer a Notimex un recorrido por dos de los principales proyectos en los que ha trabajado, la investigadora del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) reveló que hoy sólo 17 por ciento de la región chinampera esta activa. Se estima que Xochimilco cuenta actualmente con 19 mil 200 chinampas.

Para Rodríguez Vázquez es lamentable que menos de la quinta parte de las chinampas esté activa, mientras que el resto se mantiene ociosa debido a la falta de calidad de la tierra. Por ello, decidió impulsar trabajo conjunto para incursionar en la rehabilitación de las chinampas y la limpieza del agua de sus canales.

Para lo anterior, contó con la participación de los responsables del proyecto Yolcan y de la Granja Aurora, donde mediante la aplicación de tecnologías ancestrales en combinación con nuevos métodos, se ha conseguido restablecer las condiciones de la tierra.

Es así como hoy, 19 chinampas del proyecto Yolcan y 60 más de la zona patrimonial han sido exitosamente rehabilitadas, de manera que en tierras donde hasta hace algunos años ya no crecía nada, nuevamente vuelven a brotar hortalizas.

La especialista del Cinvestav reveló que gran parte de los productos cosechados en estas chinampas rehabilitadas, entre los que se pueden encontrar lechugas, brócolis, rábanos, verdolagas y hierbas finas, son comprados principalmente por restaurantes gourmet de la Ciudad de México, dada la calidad con que cuentan.

Uno de los principales problemas que enfrentan las chinampas, al igual que muchos terrenos en los que se siembra, es el fenómeno de salinización, el cual se incrementa cuando se utiliza un método inadecuado de fertilización y abono.

El especialista Ernesto Reyes Pérez, quien ha colaborado con la doctora en el proyecto de rehabilitación de chinampas y limpieza del agua de los canales, destacó que el principal problema es el uso indiscriminado de abonos de estiércol fresco de animales y no compostados, lo que ha generado incluso que la tierra “casi se petrificara” por el grado de salinidad que se generó.

Así inició un proceso en el que se combinó tanto métodos antiguos como nuevas propuestas elaboradas por el equipo de Biotecnología y Bioingeniería del Cinvestav y que se tradujeron en una recuperación “casi instantánea” de la tierra. A tres años de iniciado el proyecto, se logró recolectar la tercera cosecha en un terreno que hace años había dejado de producir.

Se suma también el trabajo realizado para limpiar el agua de los canales de Xochimilco, las cuales en su mayoría son negras y grises, agregó la Rodríguez Vázquez al hablar sobre el proyecto de limpieza del agua.

Esto se debe a que 90 por ciento de las aguas que circulan por esos canales provienen de una planta tratadora del Cerro de la Estrella, a lo que se suma el problema generado por el vertimiento de desechos de quienes han colonizado parte de las chinampas sin contar un sistema de drenaje adecuado.

Este problema se aprecia en zonas más urbanizadas, en donde la cantidad de patógenos hace que las aguas xochimilcas sean menos que propicias para regar los cultivos de las chinampas, por ello se inició con un proyecto de biofiltros, comentó.

Algunos de estos biofiltros están sirviendo incluso como refugio para algunas especies de peces nativas e incluso especies icónicas como el Ajolote, el cual está en peligro de extinción tanto por la invasión de peces no nativos que fueron introducidos a los canales, como por el alto grado de contaminación de sus aguas.

Reyes Pérez explicó que de los diferentes biofiltros que se han instalado en las diversas chinampas, el que mejores resultados ha tenido es el del invernadero de Granja Aurora, ya que sus aguas muestran una calidad que los han llevado a comenzar a trabajar en una tercera etapa para ver si se puede potabilizar.

Durante las labores de mantenimiento de este biofiltro, el ingeniero explicó que para su construcción se rascó un canal interno el cual no tiene contacto directo con los canales principales de Xochimilco, sino que lo protege una represa elaborada con escombro, graba y granzón.

Es a través de esta represa que el agua se filtra para ingresar a este nuevo canal, proceso que es reforzado debido a que en la represa se plantaron carrizo y zacatule para absorber los patógenos y químicos que contaminan las aguas del canal.

El resultado, un agua de gran calidad que ha servido para que los alimentos regados con ella sean considerados “orgánicos” y por lo mismo muy apreciados por los restaurantes gourmet de la Ciudad de México, aseguró.

Además, la calidad del agua es tal que se ha comenzado a utilizar estos biofiltros para resguardar al ajolote, el cual se ha reproducido de forma exitosa y sin los problemas que lo aquejan por la contaminación de las aguas de los canales.

Por los resultados favorables, tomaron la decisión de instalar un segundo biofiltro y abrir una segunda etapa del canal de Granja Aurora, para ver si se podía mejorar aún más la calidad del agua, lo cual resultó cierto. El agua del segundo biofiltro muestra incluso una claridad que ha motivado a iniciar los estudios necesarios para ver si es posible someter esta agua a un proceso más para permitir incluso agua potable.

Ante esta serie de resultados, Rodríguez Vázquez aseguró que se trabaja en coordinación con más instituciones académicas como la Universidad de Santander y la Pontificia Javeriana, de Colombia, Institutos de Venezuela, entre otros, para profundizar aún más las investigaciones que permitan limpiar las aguas de Xochimilco.

El objetivo, dijo, es no solo que se rescate este lugar histórico, sino también extender y replicar esta experiencia en otros lugares, luego de que está demostrando ser muy exitoso, además de tener un futuro muy promisorio para un lugar que por muchos siglos ha sido considerado “un paraíso de flores”.

Por Erick Galicia Lozano | Notimex

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