Opinión del Día

Paso a Desnivel

David Cárdenas

Antonieta Rivas Mercado

El 21 de agosto de 1900, llegó a este mundo.

Su padre fue el arquitecto, Antonio Rivas Mercado.

Su casa era amplia, la mansión era una expresión de libertad.

La lectura una de sus pasiones.

De niña conoció a escritores y pintores que acudían a su hogar invitados por su padre quién por muchos años fue director de la Academia de San Carlos.

A los 9 años de edad, viaja con parte de su familia a Francia.

Su padre recogería en ese país los bronces con los que construiría para México; la Columna de la Independencia, (el Ángel) que sería erigido para conmemorar el centenario de la independencia.

En Francia Antonieta Ricas Mercado recorre museos, librerías, se aficiona a la danza, recibe el ofrecimiento de un maestro para iniciar una carrera que la llevaría a los mejores ballets del mundo, su padre se niega y regresan a México en donde se llevarían al cabo las fiestas del centenario.

Al iniciar la revolución mexicana la Academia de San Carlos vive una

huelga, despiden al director. Sus padres se separan, su madre se va a Francia, Ma. Antonieta se queda con su progenitor.

A los 18 años de edad contrae nupcias con Albert Blair con quién procrea un hijo al que bautizan con el nombre de Donald Antonio.

Posteriormente Antonieta recibe una invitación de su padre para viajar a Europa, Antonieta se va y a los dos años de su regreso enfrenta una demanda por abandono de hogar.

Enero 3 de 1927, fallece su progenitor. En su testamento la nombra albacea y heredera universal. En ese año, Antonieta conoce a Xavier Villaurrutia y a Salvador Novo y colabora de inmediato en la revista Ulises. Y emplea su fortuna apoyando actividades culturales.

Aparece en la escena Manuel Rodríguez Lozano, de quién se enamoraría hasta el asedio.

Un amor apasionado que le es devuelto de manera fraternal, haciendo ese amor más trágico. Un amor de hundimiento.

Ahí están las cartas de Antonieta: “Manuel necesito su amor ¿no es tiempo? ¿ya es tarde?

Mi amor a usted es absoluto. ¿no hay para él lugar en su vida? Tengo tal necesidad de amor. Traigo conmigo una ofrenda de ternura y el alma cansada del camino largo, del error amargo. Tómeme ya.”

El romance no prospera.

Se despiden y ella se une a José Vasconcelos.

Final más trágico  todavía.

11 de febrero de 1931.

Llamó al Cónsul Mario Pani y le dijo; “En este momento ingeniero, voy a pegarme un tiro”

 Entró a la Catedral de Notre Dame en París y se suicidó.

Antonieta Rivas Mercado. Una vida angustiante.

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