Ecologia

Día Mundial de los Anfibios

Con 376 especies, México es quinto lugar en diversidad de anfibios

  • Sapos, ranas, salamandras, ajolotes y cecilias revelan el estado de conservación de los ecosistemas.

A nadie convendría que se apagara para siempre el nocturno y ronco canto de los sapos de piel rugosa y paso lerdo, ni que dejaran de croar las brillantes y coloridas ranas lisas y húmedas, trovas que presagian lluvias y significan el cortejo a las hembras listas para el apareo en bosques, lagos, arroyos, ríos, selvas, matorrales, e incluso desiertos.

Y sería amargo el día en que desaparecieran de la faz de la tierra las coloridas salamandras que mágicamente reponen cualquier extremidad perdida, o que ya no encontráramos en ningún sitio a los sorprendentes ajolotes que aún nos miran con ojos curiosos bajo los espejos de agua cenagosa.

Pese a estar cada vez más lejos de las grandes urbes y más cerca del peligro, ranas, sapos, salamandras, ajolotes y cecilias conforman la clase de especies anfibias, pequeña fauna que en alguna fase de su vida transita del medio acuático al terrestre, o viceversa, y cuya presencia, escasez o ausencia revela el estado en que se encuentran los ecosistemas a consecuencia de la pérdida de hábitat, el calentamiento global, la contaminación, las especies invasoras, la sobreexplotación, el tráfico de especies y las enfermedades que afectan gravemente a sus poblaciones, como la quitridiomicosis.

En 2004, tras realizar una evaluación global de los anfibios, la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza dio a conocer que entre un tercio y la mitad de los anfibios se encuentran en peligro de extinción, y que unos 120 linajes de esas especies ya han desaparecido del planeta.

Ante tantas amenazas para esta fauna, el organismo declaró el 28 de abril como Día Mundial de los Anfibios, con el fin de que se reflexione acerca de la problemática que devasta a estos vertebrados, además de fomentar el conocimiento sobre su diversidad y así incrementar el interés del ciudadano en estos animales.

Los anfibios desempeñan funciones importantes en los ecosistemas: transfieren nutrientes de medios acuáticos a terrestres y controlan las plagas de insectos, lo que es de capital importancia ya que una eventual desaparición de esta fauna provocaría un incremento en las poblaciones de insectos transmisores de enfermedades como la malaria, dengue y fiebre amarilla.

Las cinco sitios de anfibios más importantes de México son la Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas, en Veracruz, con 145 especies; la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda de Querétaro, con 98; el Área de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California, con 89; la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán, en Oaxaca, con 51; la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala, en Jalisco, con 40, y el Área de Protección de Flora y Fauna Cañón de Santa Elena, en Chihuahua, con 28 especies de anfibios y reptiles.

La protección de los anfibios se prevé en la NOM-059-SEMARNAT-2010 y en la lista roja de la IUCN, con el apoyo de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

 

Con información de: https://www.gob.mx/semarnat

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