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Los beneficios de la política y las reformas | Nuvia Mayorga Delgado

Al inicio de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, en un ejercicio de política, se logró un gran acuerdo nacional, el Pacto por México. En ese marco se impulsaron un conjunto de políticas y acciones consideradas por los distintos actores políticos como necesarias para el desarrollo del país. Entre las que destacan las “Reformas Estructurales” con las que la administración pública modificó su marco de actuación, en tanto que los sectores privado y social encontraron nuevos espacios para el desarrollo de sus actividades. Es así que mediante el cambio en las reglas institucionales en los últimos años México ha venido construyendo nuevas bases para su desarrollo.

Gracias a ello, por ejemplo, sectores clave y líderes para el crecimiento y la generación de empleo se han venido desarrollando. El caso de las telecomunicaciones y de la  energía permiten apreciar como es que a partir de las nuevas reglas de participación se crecieron las inversiones y se han venido creando plazas de trabajo ligadas a esos sectores. En este contexto es importante señalar, que la inversión ha continuado canalizando a diversas regiones del país sin concentrarse en determinados estados, como México, Jalisco o Nuevo León, por lo que la misma y el crecimiento se reparte regionalmente y se van creando condiciones atractivas para nuevas inversiones.

El fortalecimiento de la economía, vía las reformas, permitió que la economía siguiera creciendo con opciones para la actuación de nuevas empresas y el despliegue de las capacidades de “nuevos emprendedores”; ese grupo de población, en su mayoría jóvenes, que busca entrar a la vida productiva con sus propios medios y capacidades, lo que ha sido reconocido y apoyado por el Gobierno Federal razón por la que por el lado fiscal y financiero, el Ejecutivo Federal diseñó mecanismos para impulsar la iniciativa productiva de la sociedad.

Asimismo, el fortalecimiento económico llevó a la mejoría y mayor sostenibilidad de las finanzas públicas lo que hoy se traduce en mejor capacidad para enfrentar contingencias financieras y la volatilidad que caracteriza a los mercados financieros del exterior.  Al mismo tiempo, las finanzas públicas han podido dar sustento a políticas públicas y acciones de carácter social que promueven la inclusión social y que no sólo garantizan el acceso a derechos como lo son los de educación, salud, vivienda, alimentación, entre otros., si no que permiten dotar de capacidades económicas a regiones cuyo desarrollo requiere de un mayor impulso.

En este caso, se puede apreciar el esfuerzo encabezado por el Presidente Peña Nieto, para apoyar al Sur-Sureste mexicano con políticas y acciones que directamente inciden en la promoción económica y el desarrollo social. Las Zonas Económicas Especiales, que en este caso, tienen como prioridad combatir la pobreza y reducir la desigualdad en entidades federativas como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Veracruz, son una realidad que surge por la visión del Ejecutivo Federal para modificar el perfil social y productivo de los estados con mayores rezagos generando acuerdos y creando condiciones para la llegada de capitales privados, esquemas para mejorar la infraestructura y la vivienda de la población, opciones para mejorar las comunicaciones, la salud y la educación, entre otros aspectos.

Las nuevas reglas en materia de telecomunicaciones hicieron atractiva la inversión en el sector y con ello la incorporación de nuevas tecnologías que están permitiendo ampliar la cobertura y reducir los costos. De ahí que en muchas comunidades actualmente sea más fácil comunicarse a otras regiones del país o al exterior que en el pasado. Con ello el aislamiento de muchas comunidades quedó atrás.

De este modo, se puede apreciar que en varios aspectos de la vida nacional el esfuerzo de concertación política impulsado por el Ejecutivo Federal posibilitó ampliar las capacidades gubernamentales para promover la mejoría en las condiciones de vida en beneficio de la población, favoreció el que haya más fuentes de empleo y mejores salarios; creó condiciones para que haya un flujo importante de recursos públicos y privados hacia las zonas de menor desarrollo del país; propició un clima de estabilidad financiera interna y, en general , llevó a las familias del país un efecto positivo.

Si bien la fortaleza del país se ha apuntado como una de las consecuencias del                 Pacto por México y por consiguiente de las reformas estructurales, lo cierto es que,        sin duda, hay resultados positivos como lo indican los datos de empleo con 801 mil nuevos empleos formales generados y registrados por el IMSS, o bien, la dinámica del consumo privado, o del financiamiento bancario. Los beneficios de las reformas ya están aquí y han mejorado  las condiciones de vida de las familias mexicanas.

Directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas

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